Hoy hemos
venido sólo siete marchosos, pues hay cinco con lesiones o con compromisos
familiares. Somos JP, Pablo, Paco, Jero, José Luis, Chicho y Fernando.
El día en Madrid es de niebla. A partir de Colmenar es un día
luminoso, claro, nítido, espléndido. Al acercarnos a Manzanares nos aparece La
Pedriza como un muro altísimo que alguien lo ha construido para nuestro
deleite.
Ya en el
Collado de Quebrantaherraduras, hay dos autocares que han traído a los
escolares a La Pedriza, pero los han dejado en otro sitio diferente del que
vamos a hacer nosotros. Empezado el camino, vemos que, en sentido contrario,
baja un individuo con una cesta pero la lleva casi vacía, yo al menos le vi una
lepiota.
La noche ha
dejado en las umbrías una humedad que notamos y suaviza los sudores del
esfuerzo pues prácticamente hemos estado subiendo una hora y media y superado más
de 300 ms de desnivel. A unos 1.400 m de altitud nos paramos para tomar el
cacahuete y arrearnos unos latigazos de la bota que ahora la está cuidando
Pablo (muy bien, por cierto, como antes lo hizo JP), en lugar de Paco que como se
ve e tiene buenos alumnos en esta cuestión.
Resulta que el que hoy suscribe es el
último día del año que viene de excursión, ya que va a hacer un viaje a Cuba
para ver a su hijo, puesto que lleva dos años sin verlo y como parece que no
tiene intención de venir, ha habido que ir para allá.
La vista es absolutamente panorámica: se ve El
Tolmo, los collados de La Dehesilla, de La Ventana y el Cabrón, se aprecia todo
el circo de La Pedriza, Las Torres, Las Milaneras, Canto Cochino, el valle del
Manzanares, etc... ¡Maravilloso!
Para el
regreso, en lugar de seguir el trayecto de AC lo modificamos, y nos vamos hacia
Canto Cochino sin llegar a él, hasta que llegamos a una pista que nos lleva
otra vez a la fuente donde empezaba el cortafuego. En fin, día maravilloso, con
espléndidas vistas, nada de frío, ni viento ni lluvia y un aire puro. ¿Qué más
podemos pedir, a pesar de la situación esclerótica de España?
Como ya
sabemos que Fernando baja lento, nos estuvimos turnando para esperarlo y en
este último turno se nos hizo e noche. Pero era una noche agradable sin viento
ni frío, cuando ya nos acercábamos a Quebrantaherraduras era noche total pero
íbamos iluminados por una luna en cuarto creciente parecida a la de los tebeos
y Venus al lado, en un cielo totalmente limpio. Vimos a unos jóvenes de ambos
sexos que estaban disfrutando de la noche y algo más.
Paco, 6 de noviembre de 2013.
Fotos:https://plus.google.com/photos/107086082323572351540/albums/5943566025355956081
Fotos:https://plus.google.com/photos/107086082323572351540/albums/5943566025355956081