Érase una vez . . . que era septiembre y se tenía que inaugurar el curso de Los Marchosos, así que se eligió hacerlo en Madrid para que las circunstancias no impidieran asistir a algunos miembros. Se comprometieron a asistir todos, incluidos los jubilados.

Para poder realizar la excursión previa decidimos hacer la comida en un restaurante cercano al parque de El Retiro (la denominación oficial es Jardines del Buen Retiro). Esta excursión consistiría en un paseo de hora y media recorriendo lugares destacados del parque e ir contando la historia de cada uno de ellos.

En la historia de este parque se deben distinguir dos etapas: ser posesión de la Corona y la de ser Parque de Madrid. La primera se remonta al siglo XVI, Carlos I mandó edificar el “Cuarto Real” junto al monasterio de San Jerónimo y “era lugar de retiro” para la familia real, Felipe II lo hizo ampliar y mejorar. Pero fue Felipe IV quien mandó crear en 1630 un extenso espacio para diversiones y espectáculos para la familia real y acompañantes, pues su alojamiento habitual era el Alcázar. Con Carlos II y con Felipe V decayó, pero Fernando VI sí residía en el Casón.
Carlos III lo abandonó para pasar al Palacio Real pero permitió el acceso público con condiciones, así como lo amplió y bordeó con elegantes verjas. Levantó la Real Fábrica de Porcelana que posteriormente fue destruida en la Guerra de la Independencia. Con Fernando VII fue profundamente reformado y creó un Reservado solo para la familia real donde levantó algunos “caprichos” como la Montaña Artificial, La Casita del Pescador o la del Contrabandista todo ello en la zona NE, siendo el resto de uso público como decidió Carlos III y también el Estanque Grande más tarde con Isabel II.


A continuación fuimos a ver el Palacio de Cristal y admiramos la Rosaleda a pasar por ella aunque no es ya época de flores. Estaba cerrado porque se preparaba una exposición, pero nos hicimos fotos en su estanque y pasamos por la cascada. Pasamos por delante del Palacio de Velázquez y después al paseo del Estanque parándonos en la Fuente de la Alcachofa diseñada por Ventura Rodríguez con esculturas de tritones sirena que fue traída allí desde su ubicación primera en la Puerta de Atocha. Desde allí fuimos a ver el antiguo estanque Ochavado, el más e antiguo mandado construir por Felipe IV y que era el centro de un paraje frecuentado por melancólicos y suicidas, parece que se contabilizaron más de doscientas muertes hasta 1879.
Posteriormente fuimos a reunirnos con Jesús Sánchez que nos
había llamado y por el paseo de coches entramos a los Jardines de Cecilio Rodríguez
obra del siglo XX, donde se celebran eventos tanto del Ayuntamiento como
privados.
Salimos por la puerta de la Torre
del Retiro y nos fuimos a comer al Pazo Coruña donde dimos buena cuenta de las
viandas marineras con una estupenda merluza a la gallega.
Ocurrió que Chicho nos llamó avisando que no iba a poder estar porque se le había hecho muy tarde, le echamos de menos pero mantuvimos una conversación telefónica con altavoz que le permitió estar con nosotros algunos minutos.
Ocurrió que Chicho nos llamó avisando que no iba a poder estar porque se le había hecho muy tarde, le echamos de menos pero mantuvimos una conversación telefónica con altavoz que le permitió estar con nosotros algunos minutos.
JP