jueves, 11 de febrero de 2016

LA JAROSA, 10 DE FEBRERO DE 2016

El día 10 de febrero nos reunimos en el embalse de la Jarosa MA, Paco, Jero, Chicho, JL, JS y Miguel. El día se presentaba bastante feo. El cielo, muy nublado, amenazaba lluvia y hacía mucho viento, pero como la temperatura era muy agradable y el grupo es muy marchoso, iniciamos la marcha por la carretera que bordea el embalse que en estas fechas estaba muy bajo.


Tras unos kilómetros  por el asfalto se inició una discusión sobre si la marcha del 2008 o la del 2013, si subíamos por un sendero o por el siguiente, que si el track o la track, etc. Como somos de consensos, en seguida llegamos a un pacto que a todos les pareció bien y tiramos por el segundo sendero a la derecha aunque luego más adelante giraba bruscamente a la izquierda.
Siempre amenazando lluvia y con viento fuerte,  caminamos entre pinos (nos llamó mucho la atención la cantidad de nidos de  procesionaria que tenían los árboles)  y llegados a un punto, algunos decidimos seguir por una senda bastante escarpada que corría paralela al arroyo y otros siguieron por el camino forestal que parecía más cómodo para la lumbalgia de JL.

 Nos encontramos más arriba y allí, en un recodo del camino, tomamos los panchitos y el vino de Paco que estaba muy bueno. Creo que en este momento comenzó a manifestarse  su obsesión  por fotografiar piedras (grandes)  que ya no le abandonó en toda la marcha y que  llegó a preocuparnos un poco.


Encontramos a un numeroso grupo de excursionistas, todos hombres menos ¡¡una mujer!! Y resultó que Paco conocía a uno de ellos y se entretuvieron hablando bastante rato.
Llegados al punto más alto, encontramos un sitio entre rocas muy apropiado para comer.  Nos cayeron algunas gotas, pero no llegó a llover y pudimos disfrutar de la comida y de  una vista muy bonita con el Yelmo a lo lejos.

Como nos quedábamos fríos no nos detuvimos mucho en la sobremesa y de nuevo al bajar, nos dividimos en dos; unos por la pista y otros por senderos.

En la bajada vimos bastantes hileras de procesionaria y también nos volvió a llamar la atención la gran cantidad de muérdago que tenían los pinos. Quizá por eso hay tantos árboles que se mueren.

Llegamos por fin al embalse donde había algunos pescadores y después a los coches donde los primeros que llegaron llevaban por lo menos media hora esperando. Unos se fueron a Madrid y dos nos fuimos a Guadarrama a tomar un café.
Y así hasta la próxima.







JL y Miguel Angel

JL y Miguel Angel





Miguel