viernes, 13 de mayo de 2011

Ruta 355. La Lagunilla del Yelmo. 11 Mayo 2011


A la hora prevista nos encontramos en el aparcamiento del Tranco los 4 marchosos dispuestos a  todo: Paco, JL, JP y JG (cronista).
Como ya estaba preanunciado se produjo la partición habitual del grupo. JG acompañado de Neska partieron en coche hacia Canto Cochino y los otros tres iniciaron la subida hacia el Yelmo. La justificación de la partición era que yo, tenía tirones musculares en la pierna derecha y con la excesiva pendiente del camino podrían agudizarse.

A partir de este punto el relato se divide en función del grupo:

Relato grupo 1 (JG y Neska)

Neska, sin dudarlo se apunto a mi opción y subió al coche. Al  llegar a Canto Cochino encontramos que se había producido una invasión de autobuses llenos de niños. Caminamos hasta  El Refugio Giner evitando en lo posible las jaurías infantiles. A la altura del Refugio seguimos el curso del Arroyo de los Poyos (también conocido como arroyo e la Ventana) hacia arriba.

Pronto descubrí, que el lograr la cita de la comida con el resto del grupo iba a ser algo muy problemático. No había cobertura telefónica y el lugar (“al otro lado de puente”) y la hora (“entre las 15 y las 17”) eran ambas muy imprecisas.

Siguiendo el camino sombreado que va subiendo sin demasiada pendiente llego un momento en que el teléfono cobro vida y empecé a recibir mensajes de llamadas perdidas. Primero de JL, luego de Paco y otro más de JP, pero los intentos de responder o enviar mensajes fallaban en mi teléfono. Vista la situación y que las probabilidades de la comida conjunta eran muy bajas, opte con gran alegría por parte de Neska comer en la orilla del arroyo, con el rumor del agua y el canto de los pajaritos. Era la cota de los 1.400 m.

Después de la comida, Iniciamos la bajada hacia Canto Cochino  donde pensaba llegar sobre las 15:30. En un momento determinado el telefono se reactivo y pude leer un mensaje donde JP decía que el grupo 2 bajaba para comer conmigo. La hora del mensaje era las 14:40. Llegamos a Canto Cochino a las 15:20 y allí descubrí el segundo problema: la imprecisión del lugar: hice una breve e infructuosa exploración de la zona “detrás del puente” y pase al plan B.

El plan B consistía en ir al coche y dejar un mensaje visible desde el exterior donde informaba que estaba en el bar tomando una cerveza fría. Después de degustar la cerveza mirando en la lejanía del Yelmo como un escalador del tamaño de una hormiga trepaba una inmensa roca, volví al coche y cambie el mensaje: Ahora el mensaje decía: “estamos al otro lado del puente. Volveré al coche a las 5”.

Recorrimos el río y nos encontramos al grupo 2 que estaba acabando su comida.

Relato grupo 2 (JL, JP y Paco)   Cronista adjunto JP.

Una vez decidido que no iba JG a poder hacer la excursión de las Lagunillas del Yelmo, acordamos hacerla nosotros y vernos si acaso a comer por Canto Cochino sobre las 15,30hs. Lo establecimos así y el grupo numeroso de (léase 3) Paco, JL y JP, se dispuso a atacar el Yelmo desde El Tranco.

La subida se hace desde el restaurante de Casa Julián por un lado y hay que salvar unas rocas que están a modo de escalones y  rodeadas de Jara florida. Tomando el sendero trasversal que viene del este y que otras veces cogemos para ir hacia ese lado, como cuando vamos a la Cueva del Ave María. Lo tomamos en dirección oeste y enseguida gira hacia el norte girando a la derecha y poniéndose bastante empinado, teniendo que salvar montones de arroyos que han utilizado el sendero para salvar rápidamente la pendiente.

Detrás de un bloque de granito grande que hay que salvar está el llamado Mirador del Tranco en un peñascal muy oscuro con un buen cortado hacia el sur y que da unas estupendas vistas de toda la zona.

La pendiente se suaviza algo y se llega en una  hora a la Gran Cañada, que es una pradera larga de E-W que conocemos bien y por la que corren arroyos en esa dirección, que estaba estupenda y en la que hicimos un buen descanso para los panchitos más largo de lo habitual por un incidente que vino a cambiar el curso de la excursión.

Resulta que como es habitual JP subía a su ritmo y se separó algo de los otros dos, también porque Paco se paraba bastante a realizar sus fotos. Pero resultó que cuando faltaba poco (50ms de desnivel) para llegar a la Gran Cañada a JP le entró una pájara fenomenal y se lo encontraron en medio de ella cuando lo alcanzaron. Tras un rato esperando para que se recuperase reemprendieron la subida hasta llegar a la pradera de LGC, que estaba muy jugosa y acogedora. Allí JP se recuperó de la pájara pero decidió por si acaso renunciar al Yelmo y bajar hacia Canto Cochino a comer con JG.

Pero los otros dos marchosos y seguramente por solidaridad, renunciaron al objetivo primero de El Yelmo por lo que finalmente decidieron recorrer La GC, hasta la senda Maeso y después bajar a C.C . Sobre las tres de la tarde llegaron al río Manzanares y se adentraron en el pinar de la margen izda. donde habíamos hablado como posibilidad de encontrarnos con JG.

Pero no llegamos a encontrarle y decidimos ponernos a comer al lado del río pues se estaba allí más que bien. Finalmente Neska y JG aparecieron sobre las 16:30h parece que nos había dejado una nota en el coche.

Resumen

La Pedriza sigue siendo maravillosa y mas en esta época del año, llena de agua y vida. El objetivo no se ha cumplido por lo que queda pendiente. Quizás para el próximo otoño o al año que viene.

Recorridos y Perfiles




Recorrido 1












Recorrido 2
 

Perfil 2



Fotos (Cortesia de Paco y JP)


Escrito y compuesto por Jesus Garcia Carcedo

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo tenía entendido que JG no iba con el grupo 2 debido a sus problemas musculares, pero se ve que las hordas infantiles que lo esperaban en Canto Cochino se los curaron, ya que viendo el perfil de su excursión, con la fiel e interesada Neska, podemos constatar que anduvo más (9,3 km frente a 8,2 km) y subió más (unos 400 m frente a los 350 m)que los del otro grupo. Pero bueno, que es esto?

Ahora hablemos de pájaras. Se desmoronan todos los mitos, no es posible que nuestro "leader" sea el protagonista del relato; el cronista no ha cogido bien lo que le contaron, posiblemente cambio el nombre. No jodamos, los "medios" aprovechan cualquier invento para desprestigiar,dentro de poco dirán que Bin Laden usaba condones. Hay que estar atentos.

Saludos

Chicho

manolo dijo...

Como dice Chicho, ¿qué es esto? Parece que vamos a tener que llevar mucho cuidado con los excesos. Así que no contad conmigo para subir al Yelmo.
Buena crónica, en dos partes y por dos autores.
Buen ensamblado, incluso se ha colocado la etiqueta.
Y gracias por la información.
Saludos,
Manolo.

JP dijo...

Hemos inaugurado una nueva modalidad de relato con ramificaciones debida a que se hicieron dos excursiones: la oficial y la del ponente. Como en la primera no estuvo alguien le ha tenido que hacer ese trabajo. Hay que reconocer, como dice Manolo, que estos tipos de ciencias están empezando a mejorar mucho en el arte de la escritura y es que andando se hace camino.

Quiero confirmar la información que el relato da respecto a cierto incidente. No hay lugar a dudas el pasado miércoles ha sido un punto de inflexión en mi carrera de montañero. Me pregunto si esto me debe obligar a tomar ciertas precauciones.

Aunque ese incidente solo dice que algo pasó ese día. Pero pudo solo ser que el ritmo debería haber sido más lento o que estaba disminuido físicamente por alguna causa (mala noche por cierta preocupación,…). En cualquier caso lo apunto en el debe y estaré atento a como funciono en lo sucesivo en las subidas exigentes.

boticario dijo...

Debo añadir que como es habitual, Paco y JL en un momento de la subida, se despistaron y se desviaron del camino como muestra el grafico del trazado y llegamos a un lugar inexpugnable de rocas , donde no se podía continuar. El volver fue problemático pues como no habíamos tirado las migas de pan y todo eran rocas,no sabíamos retroceder para encontrar el camina. En esta tesitura el GPS nos salvo, pues te permite desandar el trazado y solamente así encontramos el camino perdido y subiendo vimos a JP sentado y algo pálido y apesadumbrado. Creíamos que por la preocupación por nuestra ausencia, pero nos dijo que era por otra razón que aclara el relato. Saludos JL