Sobre las 11
nos encontramos en el aparcamiento de Casa Cirilo los siete marchosos JG,
Chicho, Jero, M.Angel, Miguel, Paco y JP, que éramos los que finalmente nos decidimos a subir al
Collado Ventoso por la Senda de los Alevines,
así llamada porque los que
fundaron la conocida sociedad de montaña Peñalara y el refugio dedicaron a los
jóvenes de ellos esa bella y difícil senda pero hermosa que corre desde la
pradera de Majalasna a la del collado Ventoso por la escarpada ladera
occidental del sexto de los Siete Picos, serpenteando entre viejos pinos y
grandes bolos graníticos.

El día había
salido con mucha niebla y así lo vimos en el acercamiento a Cercedilla y en el
propio valle de la Fuenfría, aunque no demasiado espesa o baja de forma que se
veía perfectamente el entorno de nuestra andadura. En busca de la senda de los
Alevines, nos echamos a andar por detrás de la barrera que corta el tráfico pero
en vez de coger la calzada y el puente del Descalzo, ambos de origen romano
aunque totalmente reconstruidos por Felipe V, cogimos la pista que ya empieza
subir hacia la ladera norte en busca de un sendero que nos llevará a la
carretera de la República y en 20
minutos más cerca ya de la curva de los
miradores.
Allí tomamos los panchitos y tuvimos una estupenda y
soleada charla pues la niebla había
despejado pudimos disfrutar de vistas. Coincidimos en los miradores con un
grupo de al menos 25 o 30 senderistas de aspecto jubilado con mujeres con los que Chicho empezó una charla en la que
trataba de justificar que nosotros no las tuviéramos, poniéndonos de “raritos.
Este tema no creo que seamos capaces de resolverlo nunca.
Dejando a la
izquierda el mogote granítico de Majalasna, que es el último y más bajo (1.933
metros) de Siete Picos, cruzamos la pradera ya con una niebla que empezaba de nuevo
a cubrirnos y sin perder de vista los círculos amarillos, bordearemos el
segundo pico por la senda de los Alevines, tan sinuosa y difícil que obliga a
esfuerzos ya al límite.

Algunos nos quedamos a
tomar un café u otras cosas y charlar con la barman de Casa Cirilo (bueno Paco
se enrolló). Después a casita y finalizar una jornada estupenda
Fotos de 2013:
5 comentarios:
Un día "primaveral" por la mañana, con una aparición brusca de una fuerte niebla al finalizar la comida. El collado Ventoso sin viento y con una profusión de perros curiosa. A un joven le acompañaban dos, uno pequeñajo y otro precioso de color negro brillante con punta de cola canosa, me extrañó que nos preguntara, marcando una dirección, si por allí se iba a Navacerrada, le dijimos que no, que en esa dirección se iba a Cercedilla, nos dio las gracias y se marcho hacia Navacerrada con los perros felices. Yo me quedé impresionado, no necesita ni mapas, ni gps, ni leches... siempre hay alguien a quien preguntar. La vida así es más sencilla y produce al final mejores anécdotas, siempre claro que no nieve...
Chicho
No recordaba esta senda de los alevines que me pareció más complicada de lo que pensaba con un pequeño túnel incluido.
Jesus GC
Está bien poner el enlace a las fotos de 2013 así podemos ver la diferencia con nieve. Qué bonita marcha.
Manolo.
Por fin pudimos completar la excursión inacabada por algunos en 2013. La parte más difícil entre el collado de Majalasna y Collado Ventoso, no sé cómo pudieron hacerla en 2013, a no ser que la nieve amortiguara los saltos que había que dar entre las piedras. A mi me resultó además doblemente interesante, pues no conocía la parte del camino Schmid que bajaba de Collado Ventoso al refugio que hay al final de la pista asfaltada. No está nada mal los 600 metros de desnivel, habrá que alternarlo con marchas más suaves.
M.A
Fue una marcha muy bonita, por el paisaje, que ya conocíamos, y por la niebla que a ratos ponía una nota de misterio. También es muy agradable comparar con la que hicimos en 2013 con nieve y comprobar que todavía estamos en forma.
Miguel
Publicar un comentario