miércoles, 16 de diciembre de 2020

MONTE DE VALDELATAS 12-12-2020

 

Breve descripción de  la marcha :

 MONTE DE VALDELATAS 12-12-2020

 

Después de un accidentado proceso de propuestas y votaciones donde se desechó, debido al posible mal tiempo, primero por los votantes y luego por el proponente la opción dificilísima y la opción media, decidimos dar un paseo por la dehesa de Valdelatas y volver a comer a casa.

Solo fuimos 5 marchosos (tampoco pudieron venir el proponente y Juan Ángel por encontrarse mal): Paco, Miguel Sanguino, José Luis, Wolfgang y el negro que hace la crónica Miguel Ángel. 

 

Esta excursión fue una gastronómica que se hizo en 2011, pero alguno no la conocíamos y nos ha venido muy bien conocer un paraje natural tan cercano, aunque debido a la proximidad de Alcobendas y al fácil acceso se ha convertido en un parque urbano como La Casa de Campo o El Pardo.

 


No hay mucho que contar, la marcha son solo 7,5 Km, prácticamente llanos, se atraviesa el Canal de YII y algunos arroyos. Como curiosidad, a la vuelta se pasa por una depuradora.

La marcha trascurre entre pinos y encinas, es agradable y además teníamos un calmoso día nublado que invitaba al paseo.

                         

Tomamos los panchitos en uno de los numerosos bancos que jalonan las sendas y ya en la vuelta íbamos bordeando la parte trasera de los antiguos edificios de la Diputación, colegios, residencias y hospitales que ahora son de la Comunidad.

 

 


No llovió, salvo un amago al volver, aunque oí en la radio que a la hora en que regresábamos, en la sierra empezaba a llover y nevar lo cual hizo que fuera un decisión acertado escoger esta ruta.

Nos deseamos Felices Navidades y un mejor año 2021 lo cual hago extensivo a todo el grupo.

 

 

domingo, 13 de diciembre de 2020

SALIDA EL 09/12/2020 A “EL CÁLIZ”-“CANCHO DE LOS MUERTOS”

Hemos quedado en Canto Cochino los nueve miembros activos de los Marchosos. Ayer se nos rajó Chicho y hemos quedado ocho: Miguel Ángel, Paco (el que suscribe), Jero, Jesús, Juan Ángel, José Luis, Miguel y Wolfgang. Nos encontramos el aparcamiento bastante lleno. El día parece que va a ser bastante bueno para caminar pues no amenaza lluvia y tampoco parece que haga frío. Saliendo desde el parking de Canto Cochino, cruzamos el puente y tras unos metros vemos los carteles indicadores y, cogemos el camino de la izquierda, ya que el de la derecha nos lleva por la conocida como "Autopista" hacia el Tolmo. Vamos caminando por un sendero muy marcado, contando además con la ayuda de las marcas blancas y amarillas, y tras unos 25-30 minutos se nos ofrece una vista del Prado de la Zorras. Aquí giramos casi 90 grados a la derecha para seguir el track que tenemos en nuestros GPS´s y comenzamos una ascensión un poco fuerte hasta el pedrusco que llaman “El Cáliz”, que lo divisamos enseguida de frente. La nieve ya ha hecho su aparición, pero todavía son pequeños retales aunque muy vistosos. Esta ascensión es breve pero muy bonita pues hay montones de rocas con figuras preciosas. Después de unas pocas fotos, nos dirigimos hacia el “Cancho de los Muertos” siguiendo siempre el track del GPS. Cuando llegamos, es realmente impresionante, unas rocas geométricamente casi perfectas representan como cajas amontonadas unas encima de otras. El paisaje inmediato es sobrecogedor. Tenemos una foto portentosa de este cancho, veremos si soy capaz de colocarla en esta crónica. Desde aquí nos dirigimos hacia el “Collado del Cabrón” gozando de la caminata entre árboles, rocas con formas sugerentes, nieve que en algunos casos era hielo con peligro de resbalar, alguna trepa por las piedras, paisajes del Pájaro, el Refugio Giner, el Laberinto, Las Buitreras,… Ya en el Collado, decidimos subir a echar una ojeada al Carro del Diablo, aunque ya algunos quieren esperar a los que suban. Juan Ángel se lanza a la subida, pero Paco, Miguel, Jesús y Wolfgang sólo desean subir un poco sin llegar al Carro, pues eso supone trepar por las piedras, algunas escurridizas con el consiguiente peligro; José Luis se para y nos dice que nos espera y Jesús nos indica a los demás que va a dar una vuelta en horizontal. Total, quedamos todos en el Collado para reemprender la marchita, que ya todo es bajada. Cuando llegamos a él, emprendemos la bajada sin contar que nos faltaba Jesús. Por otro lado, nos encontramos con una pareja de jóvenes (en torno a los 35 años) que estaban un poco desorientados pues querían llegar a Canto Cochino yéndose hacia el refugio Giner, lo cual era dar una vuelta muy grande, además sin un calzado apropiado como nos mostró el joven. Nos dijo, que cuando él era joven (¡) vino de excursión a La Pedriza, pero ya no había vuelto. Y digo yo: si él no es joven, ¿qué seremos nosotros? No quiero contestarme. Ya llevamos unos diez minutos bajando hacia el vivero cercano a la Charca Verde, cuando echamos de menos a Jesús y Wolfgang y Miguel comienzan a subir retrocediendo sobre nuestros pasos para ver si se encuentran con él. Los demás seguimos bajando y llegamos al vivero que hay detrás de la Charca Verde donde nos paramos a almorzar y a esperar a los tres que faltan. Hoy Paco ha traído en su bota un vino de Valdepeñas pero reserva del año 13 (un Pata Negra). Vamos a intentar disfrutar de él y de toda la manduca que traemos. Al cabo de un ratito, aparecen los tres que faltan, toman asiento, se acomodan y comienzan a yantar y a beber. Les esperamos a deleitarnos con todas nuestras viandas y al terminar, iniciamos el regreso bajando el Manzanares por su lado izquierdo hasta el puente de Canto Cochino. Cuando llegamos al parking, ya Juan Ángel, Miguel Ángel, Jero y José Luis ya se habían ido. Así es que los cuatro que quedamos nos acercamos a Manzanares el Real para buscar un bar y tomar algo. Nos costó mucho encontrarlo, pero al final charlamos un ratejo sentados a una mesa. Muy buen día, se puede repetir con la familia. Paco.

jueves, 3 de diciembre de 2020

EL BERRUECO - ARROYO DE SAN ROMAN 02-12-2020

ETAPA 1 DE LA SENDA GENARO (parcial): BERRUECO – ARROYO SAN ROMAN

                                                                  02-12-2020

 

 Seis fuimos los marchosos que nos juntamos en El Berrueco para hacer la marcha elegida: Miguel Sanguino, Jero, José Luis, Juan Ángel, Wolfgang y M.A Lázaro.

Diremos antes de nada que la marcha es parte de la Etapa 1 del Genaro y era la primera vez que la hacíamos. El problema de las marchas en el ámbito del GR300 es que tienen que ser lineales, pero creo que las vivencias de la marcha compensaron este inconveniente.


Esta etapa va desde El Berrueco a Patones de Arriba y no puede hacerse entera porque son 10 Km de ida y después hay que volver. Nosotros hicimos unos 14 Km en total, pero me siento satisfecho porque era la primera vez que se hacía un trayecto seguido de la senda GR300.

Comenzamos la marcha en este bien cuidado pueblo, atravesando la plaza de la Picota.Esta columna data del siglo X, aunque su uso para vergüenza y escarnio de malhechores no fue hasta el siglo XIII.

Después fuimos caminando hacia la Iglesia, por calles dónde todavía quedan restos de las típicas casas, muy bajas, de piedra y con dinteles de una sola piedra.

En el camino vimos objetos típicos con los que han adornado las calle: potro de herrar, bebederos, ruedas de molino etc.

Poco antes de la iglesia, de una de estas casas, salieron un montón de gallinas, que sin que nadie las dirigiera se encaminaron a picotear a un campo cercano. 


Llegamos a la iglesia que destaca en lo alto con el crucero de 3 cruces. La iglesia se inició del siglo XIII y tiene elementos románicos, góticos y mudéjares.

Desde la iglesia comienza la bajada al embalse, con la senda Genaro ya señalizada. Se anda un par de Kilómetros paralelamente al embalse y a la altura de una almenara del canal de YII se cruza el embalse por un puente.

A partir de aquí se empieza a subir hasta llegar a la carretera que va al Atazar.

Las vistas ya son bastante impresionantes ya al poco de subir. Se tiene una perspectiva muy curiosa del Pico de la Miel y de las Cabreras. También se ve El Berrueco, el embalse del Atazar y más lejos la sierra del Guadarrama.

Cruzamos la carretera desviándonos un poco del “Genaro” y después de unos metros de subida llegamos a la Atalaya.

 

Es una torre islámica de vigilancia de 3 plantas del siglo X muy reconstruida de forma troncocónica.

 Allí hicimos fotos y 3 valientes subieron a la terraza, hay que tener en cuenta que la entrada está en la planta de en medio y arriba hacía un viento terrible que no dejaba asomarte.

 

 

Desistimos de tomar allí los frutos secos por el viento y bajamos hacia la carretera, andando unos cientos de metros en paralelo a ella, hasta que el camino se desvía hacia la izquierda. Allí al abrigo de unas rocas y arbustos tomamos los frutos secos tomando fuerzas para acometer una fuerte subida por un cortafuegos que nos llevó a la parte más elevada del camino.

 

De allí parte una senda que de tomarla por la cuerda nos llevaría a Pico Cerugea, ya conocido por nosotros. En cambio, fuimos hacia abajo por una estrecha senda hasta cruzar otra vez la carretera y seguimos bajando hasta el final de la marcha que era el arroyo San Román. 


 

 

Si hubiéramos seguido avanzando subiendo unos 300 metros, habríamos dado al camino que tomamos en la vuelta a Patones desde el Pico Cerugea en marzo de 2018.

 Durante todo el camino la vegetación es monte bajo y arbustos: enebros, jara y romero (ahora en flor). Solamente se veía rota la monotonía de la vegetación por una urbanización con casas diseminadas en un monte, que no supimos precisar.


 

También vimos un par de milanos y un gazapo.

Lo más predominante de la marcha ha sido el viento, que salvo en la primera parte del camino de vuelta hasta el cortafuegos, nos ha molestado con insistencia.

A la vuelta ya no hemos pasado por la Atalaya y nos paramos a comer en un refugio que hay bajando ya al embalse. Gracias a esto hemos podido tener una comida en condiciones sentados en unos bancos de piedra alrededor de una mesa y sin viento.

No faltó turrón, ni chocolates, ni aguardiente. El vino era un roble de Tielmes (vinos de Madrid).

Ya cerca del pueblo en vez de subir por la iglesia subimos por un camino que sube a la carretera y ya cerca de esta, han aprovechado un arroyo y las rocas para crear una curiosa área recreativa.

Ya en el aparcamiento nos invitó Miguel por su 70 cumpleaños, estuvimos afuera en el bar de las piscinas y desde aquí felicitamos a Miguel y agradecemos su invitación.  

En fin, un buen y ventoso día.


 

 

 


 

M.A. Lázaro