Esta marcha que resultó, contra todo pronóstico, ser una de
las mas agradables y sorprendentes de todas las del curso. Asistimos 5 marchosos:
JG, M.A. , Miguel, Paco y el cronista JL.
Fuimos en tres coches hasta el Km 24.3
de la M 510 cerca de Navagamella y comenzamos la marcha rió Perales arriba por
una senda paralela a la orilla derecha.
Dada la sequía de esta primavera el
rió estaba seco salvo balsas donde las algas proliferaban.
Curiosamente hoy chispeaba y las nubes
nos quitaron el sol, con lo cual la temperatura era agradable y el camino
también.
Al poco de comenzar llegamos al molino de la Hondilla o de Baltasar, del que sólo queda en pie el torreón de piedra, donde el agua acumulada hacia la presión para mover la rueda del molino.
Quedan las ruinas del largo caz que conducía el agua del río hasta la boca
del cubo. Siguiendo este canal subimos al
molino Alto.
Desde allí JG se subió hasta encontrar un Geocache y nos volvió a alcanzar
a la llegada al enorme canal que comunica los embalses de Picadas y Valmayor.
Después de continuar llegamos al valle que se abre, dando paso a una pradera de égloga, orlada de fresnos copudos, en la que nace el Perales, fruto de la unión de los arroyos de Conejeros y de Fuente Vieja.
Los piornales estaban todos en flor y tambien algo de cantueso.
Un poco más arriba, en los pilotes y tajamares del puente por donde antaño
cruzaba el primer arroyo la Cañada Real Leonesa, nos tomamos las nueces,
almendras y avellanas regadas con vino del Somontanos regalo de Paco.
Para hacer la marcha circular volvemos por al cauce del arroyo Hondillo,
bordeado de fresnos que sirven para el
“ramoneo” del ganado en verano.
El arroyo nos llevó a los coches ; con los que dirigirnos a Villanueva de
la Cañada, al restaurante Costimar, donde tomamos el mejor menú del curso por
10 Eur.
Con el objetivo cumplido nos despedimos hasta septiembre.
