A la hora acordada estábamos los marchosos, que ese
día no teníamos nada mejor que hacer, en el punto de encuentro, para hacer la marcha mas votada. De camino
al punto de encuentro nos llovió un poco lo cual nos hacia presagiar un día
húmedo, pero nuestro líder carismático nos advirtió que no debíamos
preocuparnos pues en Navacerrada nos iba a hacer buen tiempo.
Efectivamente la marcha estuvo acompañada de un día seco,
soleado y al mismo tiempo fresquito en algunos tramos y no muy caluroso en el
resto.
Dejamos los coches en el PK 14,900 de la M-601 y tras pasar
una cancela que da acceso a una pista ancha que va subiendo zigzagueando. Desde
una serie de formaciones rocosas que nos encontramos en el camino se puede
admirar el pantano de Navacerrada y las urbanizaciones creadas a sus pechos. Al
fin llegamos al Mirador de las Canchas donde pudimos ver, en todo su esplendor,
La Maliciosa y la Bola del Mundo, donde las antenas de RTVE dan la sensación de
estar formando unos de esos escudos antimisiles que tan de moda se están
poniendo ahora.
Allí tomamos nuestros frutos secos acompañados de los
primeros tientos a la bota de Paco que traía un vino muy rico y fresquito. ¡¡
Un pecado!!.
En este punto dejamos la pista y tomamos un sendero que sale
a la izquierda, lo llaman la Senda de la Cañería, por algo será, y de esta
forma vamos ascendiendo por la ladera rodeados por la retama con su explosión
de florecillas amarillas.
De esta forma llegamos a la loma por la que pasamos al valle
de Navacerrada dejando a nuestra izquierda el Risco de los Emburriaderos en la
cuerda de las Cabrillas.
Desde allí empezamos a descender hasta que llegamos al
Parking de Navacerrada pasando por detrás del restaurante Pasadoiro y por la
Mutua de Accidentes donde reparan, supongo,
a todos los intrépidos que se deslizan por las laderas cuando están
cubiertas de nieve y no calculan bien las consecuencias de sus actos.
En este punto algunos marchosos, que les tengo apuntados en
mi libreta azul, se fueron a tomar unas cañas sin permiso del leader de día,
mientras el resto llegábamos al punto de reagrupamiento.
De allí bajamos en dirección a la Estación del Ferrocarril
donde, en un lugar ocupado previamente
por una nube de moscas, tomamos nuestro almuerzo. Después de esta comida
y no sin alabarla en comparación con las gastronomicas, tuvimos nuestras charletas
y opiniones sobre el estado de la nación, amenizados por Faemino y Cansado a
través de JP.
Luego, y siguiendo el Camino de la Vaqueriza, llegamos hasta
El Ventorrillo donde está el monumento a Manuel G. de Amezua, en los terrenos
donde estaba la antigua Casilla de Peones Camineros del Ventorrillo, fundador
del Club Alpino Español en 1906 junto
con otros colegas de aventuras.
Cuando llegamos al punto donde habíamos dejado los coches, los primos ya habían desaparecido, esta vez a la francesa. Habían sido los últimos en llegar por la mañana, pero el resto los esperamos como mandan las reglas de cortesía, pero fueron los primeros en irse sin despedirse de nadie.
Luego el resto, salvo alguna ausencia justificada, nos fuimos al pueblo de Navacerrada a
celebrar el cumpleaños de nuestro líder carismático tal y como nos había
prometido durante la comida, y que también cumple años como todos los mortales.
Intentamos arreglar el país llamado hoy
por hoy España, pero después de asegurarnos Paco que Esquerra
Republicana era un partido de derechas nos quedamos sin argumentarío y
decidimos volvernos para casa.
No se me olvida, mal pensados, esta vez nos presentamos a la
excursión Pablo, JA, JP, Paco, Chicho, Migue, Fernando, y Miguel Angel y JL
Pablo