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Pico Santuy |
Era
la primera vez que el grupo Los Marchosos acometían la subida al
Pico Santuy (1927m) que se alza en el término del bonito y poco
poblado pueblo del Cardoso de la Sierra ( 1277m).
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Cardososo de la Sierra |
A las once en
punto Chicho, Miguel ,José Luis, Miguel Ángel y Juan Ángel
salíamos del Centro de Interpretación del Cardoso, en una mañana
fresca y soleada, para tras un pequeño tramo de carretera, coger una
pista a la izquierda que zigzagueando y en constante subida ( de 12%
a 15% de desnivel ) durante tres Kilómetros nos llevaría hasta el
pequeño Collado de la Mata del Riscal ( 1674 ) donde paramos a
tomar los panchitos y descansar del esfuerzo realizado.Si hasta el
momento solo habíamos visto grandes manchas de robles ( sin hojas
,pero ya asomando pequeños brotes de sus ramas ) y arbustos donde
predominaba el brezo, en esta vertiente se extendía un gran pinar de
repoblación.
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Panchitos, relajándonos al ver que no subíamos por aquel forestal! |
Desde el collado ya se avistaba ,a la izquierda, el
Pico Santuy , de frente y mucho mas adelante la gran mole del Pico de
Cerrón (2197 ) y a la derecha unos picos que superaban los 2000m
así como el valle de Bocígano y La Hiruela.
El
siguiente tirón hasta el Collado de Calahorra ( ) se nos antojo
fácil y descansado. Un poco antes de llegar abandonamos la pista que
se dirige de frente al Cerrón ( pico al que alguna vez deberíamos
subir)
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El Cerrón |
y tomamos una pequeña trocha , pegada a una alambrada, que va
cresteando hasta llegar al Vértice Geodésico. Desde aquí las
vistas son impresionantes : Guadarrama, Somosierra, Sierra del
Rincon, Valle del Jarama…El aire frio que corre en la cumbre solo
nos deja hacer algunas fotos e iniciar la bajada. Teníamos dos
alternativas para bajar : la que retrocedía para volver al Collado
de Calahorra y coger una pista , o la que escogimos que era bajar
campo a través una pendiente de unos 400m que se hizo bastante dura
y peligrosa , hasta llegar a una senda que ya siguiéndola nos
llevaría hasta el pueblo.
En
este punto decidimos parar a comer y a degustar el vino ( un Ribera
del Duero portugués ) que Jose Luis traía en la bota. Media hora
después iniciábamos el descenso a través de un bonito robledal.
Nos encontramos con un cabrero y sus mastines
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Mastines con compañera en celo |
con el que Chicho pego
hebra y que le conto que el robledal por el que atravesábamos era
inmenso y que el tamaño de los árboles también lo era , pero que
en la posguerra y debido a la penuria por la que pasaban los
habitantes del pueblo se decidió cortar los ejemplares mas grandes
para hacer carbón y poder venderlo para de esta forma paliar en algo
su pobreza. Yo , también , mas adelante estuve conversando con un
parroquiano que tenia gallinas y que accedió a venderme una docena
de huevos y que me dijo que había menos de una docena de familias
que vivían habitualmente en el pueblo. Aproximadamente una hora
después de comer llegamos a los coches.
Antes
de volver para Madrid decidimos parar en Montejo a degustar los
famosos y contundentes cojonudos. Tras un refrigerio y un rato de
charla comentando la interesante excursión nos despedimos hasta el
próximo miércoles.
Juan
Angel