viernes, 14 de enero de 2011

Excursión dia 12-01




 MARCHA A LA “CUEVA DEL AVE MARIA”
La Pedriza, 12 de Enero de 2011

A priori, todas las marchas o excursiones que se hacen a “La Pedriza”, prometen ser interesantes y muy variadas, por la fuerte y bella naturaleza que en este espacio se encuentran. Sobre todo, si los participantes (como es nuestro caso) tienen la sensibilidad de captar la maravillosa belleza de esas piedras con sus infinitas variantes de formas y disposiciones de unas con otras. Esta excursión, creo, que nos ha satisfecho a los siete que pudimos hacerla.
Nos citamos para iniciar el recorrido entre las 11 y las 11’15 de la mañana, en la conocida pradera  de “Canto Cochino”, en “La Pedriza”.  Los posibles participantes, a saber, por orden alfabético de apellidos, fuimos: Fernando Aguilar, Lázaro Benito, Paco Espósito, Jesús García Carcedo, Jerónimo Limón, Jesús Porro y José L. Sánchez.
El tiempo ofrecía un sol limpio y una temperatura muy agradable. Hacia las 11’20 iniciamos el recorrido, a poca distancia del margen derecho del rio Manzanares, hacia el SE, hasta llegar a un puente de madera que permite cruzar el rio a la otra vertiente, antes de llegar al pequeño “Embalse de la Garganta” y a la propia “Garganta Camorza”. Siguiendo por el margen izquierdo del rio, en unos 15 minutos se llega, por buen camino, al conocido lugar de “El Tranco”.
 Por el cielo, sobre las altas cumbres, un buen número de buitres sobrevuelan toda la zona, que bien parecen que vigilan nuestra andadura.
 Perpendicularmente al rio, en El Tranco, se inicia una trocha, con bastante pendiente en algunos puntos, que seguimos hasta ascender durante, casi una hora, para hacer la típica parada para reponer fuerzas con panchitos diversos y el buen vino de la bota de Paco.
 Ya, más alegres y con refuerzo vital, reanudamos la ruta hasta alcanzar el “Collado de la Cueva”,  que se encuentra  a unos 140 metros de desnivel por encima de “El Tranco”. Por aquí pasa la llamada “Ruta Maeso” que se inicia en Manzanares el Real, y que continúa en dirección N. Por esta ruta, continuamos ascendiendo unos 80m más de desnivel y, aproximadamente, a 500 metros de distancia, llegamos a un buen cercado de piedra (para guarecer el ganado, seguramente). Bordeándole por la izquierda, a poca distancia encontramos la famosa “Gruta del Ave María” (hito culminante de nuestra marcha), la cual se introduce en la montaña, al menos, unos buenos 20 metros. A poca distancia de la gruta, una verde y bella pradera, en este tiempo de invierno, nos invita a dejar nuestros macutos y a ver todo el panorama que se nos abre en todas las direcciones: Al sur, con, magníficas vistas a Manzanares el Real y el embalse de igual nombre; al contrario, de este a oeste pasando por nuestro norte, el tremendo “Canchal del Manzanares” nos cubre todo ese espacio, como una muy irregular pared de piedra con sus infinitas formas. Pero, al contrario,  todo el noroeste y oeste se abre a nuestra vista con las cumbres de la “Pedriza Posterior“ y de la “Pedriza Media”. Y, tras todo este inmenso panorama, se levanta la cadena montañosa (toda nevada) de “La Cuerda Larga” del Guadarrama,  dejándonos ver  todo su paisaje esplendoroso, bajo el azul del cielo y el cálido sol acariciándonos.
En este inmenso panorama, nos toca descansar y comer el condumio que traemos. Comida muy variada de todos, con buena y abundante ensalada colectiva y el buen vino (también colectivo) de la bota de Paco. Así, alimentamos nuestros cuerpos, con la fruición que es de esperar, tras tal andadura. Y, además, a menos de 50 metros, a nuestro mismo nivel, un buen rebaño de “Capra Hispánica” de cabras hembras (de cuernos cortos y puntiagudos) y, la mayoría, las cabras y cabritos muy jóvenes, que  nos observan con atención, como si fuéramos seres de otro mundo.
Al norte, en lo alto, sobre un manchal que recortaba el cielo, un macho, de la misma estirpe, con sus largos y retorcidos cuernos, que nos observaba (a nosotros y al rebaño). Como sabéis, los machos de “Capra Hispánica” cuando alcanzan la edad adulta tienen que abandonar el rebaño de hembras y cabritos jóvenes; incorporándose a un rebaño de sólo máchos .
En la “sobremesa” (es un decir),  J. P. comenzó  a leer, en voz alta para que le escucháramos, los fragmentos más significativos de un buen artículo del “El País” sobre diferencias y preferencias, entre hombres y mujeres, en los quehaceres cotidianos y en la vida profesional.  No sólo somos, unos y otras, diferentes en nuestras anatomías; también, unas y otros, somos (estadísticamente), en función del sexo, más o menos aptos para los distintos quehaceres. ¡¡Muy interesante!! Se abre el coloquio…
Tras el coloquio, sobre lo alto de un risco, en un hueco que se abría en la roca, pudimos contemplar, con unos prismáticos, una buitrera con un nido en el que se percibían dos crías, ya relativamente grandes. De cuando en cuando (durante la lectura anterior), pude observar cómo algún buitre adulto, con comida entre sus garras, llegaban al nido para alimentar a las crías. Son las maravillas de la naturaleza en vivo.
Hacia las 4’30, recogimos nuestros bártulos y desperdicios, y continuamos el camino en dirección norte, por la anterior “Senda Maeso”. Pasamos junto a la piedra llamada “El Caracol”, y llegamos, tras ascender  otros 100 m. (aproximadamente, 1Km de distancia ), alcanzamos el sendero llamado “La Gran Cañada”, que habremos de recorrer de Este a Oeste; con muy poca pendiente, al principio, para después bajar rápidamente hasta llegar, de vuelta, al Rio Manzanares y a “Canto Cochino”. ¡Fin de la travesía!
Ha sido, en fin, una buena marcha, por su grandiosa belleza y el buen tiempo que nos ha tocado.
Pasadas las 6 de la tarde, reanudamos el retorno a casa. ¡Hasta la próxima semana!
Fernando.        
         
Excursión:

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Reflexión sobre el concurso de relatos


Yo también quiero hacer una pequeña reflexión sobre esta nueva experiencia de concurso de relatos. Tengo un cierto gusto agridulce. Y digo esto porque aunque  me ha divertido leer todos ellos  y escribir el mío, tengo mis dudas del éxito total del concurso.

 En primer lugar aunque el número de relatos ha sido de 10 parece que alguna gente no ha participado. No le motiva o no se siente capaz o no le gusta. Pero es que al menos han sido 3, 4, 5.. ( más del 30% de grupo) y quiere decir que otros han escrito varios. Eso me hace pensar que a lo mejor se puede plantear ya que tenemos el blog, como algo que no fuera un concurso. Bien que cuando uno quiera pone un relato o de vez en cuando alguien invita a escribir relatos motivándolo y poniendo unas normas y plazos, sin puntuar y sin tener que hacer comentarios. Todo de una forma anónima o  firmada en cualquier caso.

  Otra cuestión que me planteo como importante es la poca participación a nivel intercambio de comentarios que permitan disfrutar de las opiniones sobre lo que todos nos hemos esforzado en poner en pública exposición. Me explico, cuando yo entraba y veía un nuevo relato me lo leía e intentaba dar un comentario light y jocoso, pero interesado sobre lo que había leído. Sólo Manolo, JL, en algún caso y yo lo hemos hecho. Yo escribí también al mío para que no se supiera quién era.

 Y por último voy a hablar de la puntuación. Me parece que debe ser lo más light posible, de forma que no haya algo que se pueda recibir nunca como un palo. Soy partidario de que todo el mundo esté en un pequeño margen 2, 3 puntos (si es sobre 10) , que sean moderados y todos obviamente aprobados. En ningún caso darle a uno un eufórico 10 y a otro un 4 o 5, no me parece de recibo. Espero que en alguna medida esto no lo entendamos como competición pura y dura, en la que se puedan dar consejos, lecciones y mucho menos palos.

 En resumen que aunque me lo he pasado bien leyendo los relatos, espero esto que comento explique lo del agridulce que dije al principio. Obviamente leeré con mucho interés todas las discrepancias.

 JP


martes, 11 de enero de 2011

Relatos de Navidad

Hola, marchosos,
Una vez terminadas las votaciones a los relatos de Navidad, es hora de que cada cual reconozca a su criatura. Es totalmente voluntario, pero quién sería capaz de negar el nombre a su hijito. Quién no se pregunta quién es Gorrión o Zascandil o el propio Dios.
Si no estoy equivocado, hemos emitido opinión 5 marchosos. No creo que merezca la pena sumar las puntuaciones, pero quien quiera hacerlo, ahí están.
En mi modesta opinión, los relatos presentados esta vez superan en calidad e imaginación a los de otras ocasiones. Y hay varios muy meritorios. Hemos empleado la mente en hacer de la creación literaria un entretenimiento placentero, lleno de interrogantes. No solo de escaladas viven los marchosos.
En fin, a mí me ha gustado la experiencia.
Dicho lo anterior, os invito a contar en esta entrada vuestra propia experiencia.
Envié dos relatos: Día de Reyes y Nochebuena.
Saludos,
Manolo.