martes, 17 de diciembre de 2019

Embalse de Navacerrada-Comida de Navidad 11.12.2019




  Pasan los meses y al final nos encontramos de nuevo en la comida de Navidad en el Jardín de Felipe casi todos los Marchosos ( el fotógrafo(Manolo), JP, Juan Angel, Chicho, Miguel Angel, JGC, JL , Jero, Paco, Pablo y Miguel). No pudieron estar en la foto ni Jesús ni Fernándo. Qué pena, otro año será !.

  La marcha, como diría Paco fue una "pachanguita", se quedó en un mero rodear el embalse y tomar el sol, no quisimos subir al embalse de la Maliciosa, que proponían otros, por no llegar "asfisiados" al restaurante. "Quién te ha visto y quién te ve,  grupo marchoso!!".  

  En cualquier caso da gusto veros felices para la foto, el vinillo alegra sin preguntar por la edad. Bueno, ya en el 2020 haremos esas marchas que nunca consigue que sean votadas JA, "sencillas" de 600-700 metros de desnivel. Habrá que cambiar los estatutos, mandar a la mierda a la democracia semanal del grupo, y cada semana ir a donde quiera el marchoso de turno. Es una democracia circular de 11 semanas (o menos!). Cuando proponga JA no se admiten justificantes médicos o de cualquier tipo de ningún marchoso.

   Felices Fiestas , y escribo yo estas chorradas porque JA, que sube bien, también se escaquea bien (fue cazador!) .

   Hasta 2020 !!

Chicho



Falta Manolo

Aquí está



Paseillo alrededor del embalse

lunes, 9 de diciembre de 2019

LA CABRERA 04/12/19



Nos hemos juntado para iniciar esta marchita seis aguerridos montañeros: Jero, Miguel Ángel, José Luis, Juan Ángel, Miguel y Paco (es decir, yo, el que suscribe). Hoy me ha tocado proponer y ser el “jefe” (ja, ja, ja,…) de la expedición. También dijo Jesús P. que vendría, pero se encontró con un accidente  y un atasco en la M-30 y desistió de acercarse al punto de encuentro. Tampoco vino Chicho, que está por sus Galicias.
                Una vez que nos encontramos en el aparcamiento de “El Pico de la Miel” en la localidad de La Cabrera, y como había predicciones de mucha lluvia a partir de las once, tres de nosotros no habíamos traído comida para el almuerzo, pensando ya en una salida gastronómica. Buscamos diferentes alternativas por si acaso la lluvia nos sorprendía en medio del campo, pero iniciamos la marchita pensando en todas las posibilidades (una de ellas seguir el track hasta el final y comer en el campo). La verdad es que nos hizo un buen día, sin lluvia, algo nublado, con ausencias y presencias del sol.


                 Comenzamos en la base sur del Pico de la Miel rodeándolo por el este y subiendo hasta llegar a la base de la cara norte. Allí tomamos los “panchitos” regados con un vino delicioso de la bota de Paco. Miguel Ángel se había adelantado y no nos acompañó a la “panchitada”. Seguimos por el espaldar de La Cabrera hasta llegar a las proximidades del Collado Alfrecho. No subimos a él para disfrutar de sus vistas, pues ya estábamos viendo otras maravillosas, ya que esta sierra tiene formaciones muy parecidas a las de La Pedriza con sus rocas en apariencia inestables, sus increíbles formas y, además, pudimos degustar del vuelo de una gran banda de buitres.
                Hasta ahora, vamos siguiendo el track y no tenemos lluvia. Nos vamos acercando hacia el Collado del Medio Celemín y cuando estábamos cerca de él, torcimos a la izquierda para rodear el otro extremo de la sierra y pasar a la cara sur y encaminarnos hacia el monasterio donde hicimos la parada para almorzar. Es un monasterio de monjes “identes”(¿). Y aquí llegó a triunfar nuestro espíritu de solidaridad y todos compartimos  los alimentos con aquéllos que no los habían traído, haciendo un almuerzo pantagruélico y siempre regado con un rico vino.


Perfil

Recorrido

                Seguimos sin lluvia y empezamos el regreso hacia el aparcamiento. Miguel Ángel, que iba en cabeza, nos metió por un “atajo” que tuvimos que sufrir pues “no hay atajo sin trabajo”, como dice el refrán. Ya estábamos un poco cansados y nos dispersamos un poco, pero al final, nos vimos todos en los coches. Aquí, nos dijo Miguel que nos invitaba a alguna cosilla en un bar que está enfrente de la gasolinera porque cumplió el día uno de diciembre 69 años. Luego nos confesamos mientras bebíamos y resulta que Miguel Ángel tiene 68 años, Juan Ángel 70, Paco 71, José Luis 72 y Jero 77. Bueno, bastante jóvenes para soportar estas pequeñas palizas.

Paco

Añado alguna foto (J.L.)






viernes, 29 de noviembre de 2019

BOSQUE PLATEADO, PINO DE LA HILERA, RUTA DEL AGUA, LA JAROSA 27-11-2019


Iniciamos la marcha desde el aparcamiento de la zona recreativa La Jarosa II,  Jero, JP, JA, JL, MA y Miguel
Nos llamó mucho la atención el nivel extremadamente bajo del embalse de La Jarosa. Hemos hecho ya varias rutas que partían de sus orillas, pero nunca lo habíamos visto con tan poca agua.
La ruta transcurre en casi su totalidad por camino forestal y asfalto por lo que se convierte en un fácil    paseo que nos permitió disfrutar de un día tranquilo y relajado.


 Acompañó el buen tiempo, despejado y con temperatura casi templada excepto en la zona más alta en la que sopló algo de viento frío.
Aparte de los “panchitos”, la bota de buen vino, la charla sobre diversos temas, etc.



 Lo más destacado de la marcha fue el entorno mismo, que discurre a través a través de un bosque singular: el bosque plateado que se llama así porque en él se encuentra un tipo de pino, el Laricio, escaso en la sierra de Guadarrama y que tiene la particularidad de tener la corteza plateada. 



También aparecen en este bosque pinos silvestres y pinos resineros que han sido explotados para la obtención de madera y resina.


El punto culminante de  la marcha es la pradera de la Covacha desde la que se disfruta de una hermosa vista panorámica de la sierra de Guadarrama: Peñalara, la Pedriza con el Yelmo, e incluso se divisa el cerro San Pedro.


 Allí pudimos ver el pino de La Hilera que al parecer tiene más de 500 años y el pino de La Vida, cuya particularidad es que hunde sus raíces en la roca.




El descenso muy agradable y tranquilo enlaza en su parte más baja con la ruta del agua. Pudimos ver una de las entradas al túnel de ocho Km que se construyó en los años 90 y que une el embalse de La Jarosa con el de La Aceña.
Como nos sobró tiempo y llegamos pronto al área recreativa, punto de nuestra partida, comimos cómodamente sentados en unos bancos de madera y disfrutando de una temperatura la mar de agradable. Nos despedimos y hasta la próxima

sábado, 23 de noviembre de 2019

Acueducto de la Retuerta-Dehesa de Moncalvillo-Cascadas del Hervidero






Cuando me comentaron que yo era el que tenía que hacer las propuestas lo primero que hice fue mirar la predicción del tiempo, y resultó que como este otoño está siendo muy distinto a lo habitual también esta semana iba a tener nuevas borrascas que están trayendo lluvia, nieve y frío. Decidí proponer en zonas no altas, porque se predecían nevadas en ellas acumulando más nieve  a lo que ya tenían y fueron las de San Agustín de Guadalix, La Barranca y La Cabrera que además permitieran hacer jornada de medio día y luego comer a resguardo de las inclemencias en un restaurante.

Finalmente nos decidimos por hacer la Zona de San Agustin  que es la más cercana a Madrid con montes y bosques de alrededor de los 700-850 ms de altitud. Es zona bastante conocida para nosotros sobre todo la del rio Guadalix y la Dehesa de Moncalvillo. La que elegimos era la llamada: Acueducto de la Retuerta-Dehesa de Moncalvillo-Cascadas del Hervidero que recorre las zonas del norte del pueblo por las que acceden los ríos y las vías  de distribución de las aguas del Canal de Isabel II en su acceso a Madrid.

La topografía de la zona se encuentra perfectamente diferenciada entre las laderas y glacis de la zona oeste y la llanura de inundación que forma el río Guadalix, que naciendo en las faldas de la Morcuera recorre el termino de Miraflores , pasa por el pueblo de Guadalix y vierte al embalse de El Vellón o Pedrezuela. Sale el dirección sur y cruza el  término municipal, al que vierten sus aguas dentro del municipio y por su margen derecho, los arroyos del Caño, de la Sima y de la Fresneda. Es la zona de transición entre la sierra de Guadarrama y la campiña detrítica de la fosa del Tajo, presentando un paisaje a caballo entre lo propiamente serrano y lo característico de la campiña madrileña.

 A este contraste paisajístico entre los terrenos ganaderos del piedemonte serrano, con gran superficie de pastos y arbolado, y los propios de la campiña, dedicados en su mayor parte a cultivos con escaso arbolado, se añade el río Guadalix que entra en el municipio como un río propio de montaña y lo abandona conformando una amplia vega. Geológicamente tiene un variado mosaico en el que afloran esquistos y gneises con materiales metamórficos y sedimentarios que dan suelos pobres pero que con la actividad ganadera se han desarrollado con material arbóreo y de gran riqueza ecológica.
La cobertura vegetal según el sustrato se compone de alisedas, encinares con enebros y coscojares. Entre el piedemonte serrano y la zona de campiña, se interpone una ceja caliza, tradicionalmente explotada como cantera de piedra y cal, sobre la que se desarrolla la vegetación propia de estos sustratos y que viene a romper una posible transición más continuada entre la vegetación del piedemonte y la de la campiña.

El recorrido de la excursión lo hicimos en sentido contrario a las agujas del reloj por lo que fuimos pasando por la zona de La Rinconada, cruzamos el rio por el puente de San Antonio y llegamos a las Cascadas del Hervidero donde admiramos la zona rocosa y las caídas del agua que era abundante por lo llovido y nevado en los montes de Morcuera los últimos días. Estuvimos allí tomando los panchitos y al reanudar la marcha cruzamos el río de nuevo por uno de los canales que cruzan elevados sobre el río. Desde ese punto había que superar un desnivel de 100ms a través de un sendero para adentrarse en la dehesa y llegar a la Almenara de los Castillejos que es una atalaya donde están situadas unas antenas y seguramente se utilizó para algún desvío del canal.



El bosque de la dehesa está compuesto de encinas, carrascas, enebros, coscojares y también bonitos por su coloración en otoño cornicabras. Además ya estaba el suelo verde por las lluvias otoñales y fue un disfrute patear por allí. Salimos de la dehesa, cuando ya llevábamos más de 7kms andados, por la puerta metálica que  da acceso.

 Cuando llegamos al Torreón de la Retuerta, que debe ser un respiradero de los canales, aparecía un acueducto de más de 100ms de largo que permite salvar una depresión del terreno a uno de los canales y algunos creímos que teníamos que cruzarlo pero no era necesario y había que bajar el desnivel que salvaba pero tomando dirección a la izquierda que nos hizo tomar un camino forestal que nos llevó a los coches.

Empezó a llover justo cuando entrábamos en el restaurante, que ya nos tenía preparada la mesa. Creo que comimos bien y a buen precio por lo tanto satisfactorio salvo la tardanza del postre que cabreó algo a Paco. Volvimos a Madrid cuando llovía copiosamente.





JP

miércoles, 13 de noviembre de 2019

LA PEDRIZA SIERRA DE LOS PORRONES 13 NOVIEMBRE DEL 2019


Hacía bastante tiempo que no visitabamos la Pedriza y esta marcha no la habíamos repetido desde 2016. Teníamos ganas de ir a coger níscalos y ver la cruz del Mierlo. La marcha elegida fue:
Pedriza Sierra de los porrones. Circular, 12 Km, 427 de desnivel

Aparcamos los coches al aparcamiento que hay enfrente al centro de interpretación en la puerta de entrada a la Pedriza. Además de los asistentes: Chicho, Jose Luis, Juan Ángel, Miguel, Miguel Ángel, y Jero; había un autobús con escolares de unos 12 años y sus profesores que empezaron la marcha a las 11h comiéndose los bocadillos. Nosotros empezamos subiendo por el arroyo Quebrantahuesos. 
El día era algo estupendo, buena temperatura, nubes y sol por lo cual, al empezar a subir, la ropa sobraba.


En el aparcamiento de Quebrantahuesos tomamos el camino que sube por la Sierra de los Porrones con excelentes vistas sobre la Pedriza en las que se podía reconocer al mítico Yelmo, las torres, el pájaro, la maliciosa y la cuerda larga algo nevada. 


A la mitad de la subida nos tomamos las nueces, avellanas almendras e higos en unas piedras soleadas, todo ello regado con un deliciosos ribera de calidad que trajo J.L en la bota de Paco.
El sol empezaba a salir con mas fuerza con los que hubo que quitarse mas ropa. A J.L. se le acabaros las pilas del GPS y poco después a Miguel Ángel, con lo que dependíamos del Garmin de Chicho y el Orux de Miguel. Así pues, había que estar atento pues en la Pedriza nunca se sabe. Algunos comentaban que la marcha era facilona y en efecto solamente hubo una caída de Jero sin consecuencias.
En la subida llegamos hasta la pista, la cruzamos y nos desviamos un poco a la derecha por un sendero de subida que desgraciadamente era equivocado. 

Nos dimos cuenta cuando ya habíamos subido casi doscientos metros, ello provocó la eterna discusión de si seguir por el sendero erróneo hasta encontrar la valla y por ella bajar; o deshacer lo andado y recuperar el track correcto. Con el buen sentido que nos caracteriza elegimos esto último.

Volvimos a subir por el sendero correcto y llegar a la alambrada. Allí escondida estaba la cruz del Mierlo y unas rocas a las que subieron Jero y Miguel para contemplar el circo de la Pedriza, una vez más, antes de bajar.



Bajamos y a las 14:14h nos paramos a comer, beber y chocolatear. Miguel Angel trajo una aplicación que, midiendo el código de barras, te decía la calidad del chocolate. El de Jero aventajó al de todos.
Juan mientras tanto recogió tantos níscalos que obró el milagro y después de repartirlos (como los panes y los peces) entre todos, le sobró una bolsa para él mismo.






Empezamos el descenso por la pista, ahora soleada y de vez en cuando evitamos las curvas, acortando camino por senderos.

Encontramos al ganado flacucho pastando, se ve que no comen níscalos.



Nos encontramos un espacio vallado para que las ranas crecieran tranquilamente sin ser molestadas por el ganado




Llegamos a los coches cuatro horas y media después de haber partido con el objetivo cumplido. Saludos J.L.





domingo, 10 de noviembre de 2019

PUERTO DE NAVAFRIA-REGAJO ALTO 6/11/2019




 De nuevo volvimos a reunirnos los ocho marchosos en activo : Chicho, Miguel, Paco, Jose Luis, Miguel Angel , Jero, Jesus y yo , para subir desde el Puerto de Navafria al Regajo Alto ( 2090m). A medida que subíamos al puerto fuimos viendo coches en los arcenes de los buscadores de setas y al llegar al puerto uno de los aparcamientos estaba completo, lo que nos daba idea de la cantidad de personal que se dedica a esto de la búsqueda de setas.
 Comenzamos la marcha sobre las once y cuarto subiendo por la parte segoviana, paralelos a la alambrada de separación de provincias ( Madrid- Segovia).
Zona idílica para que nos confiáramos

No todo fue sencillo, ver perfil de la marcha

 La temperatura en ese momento era de tres grados y ya se empezaban a ver pequeños núcleos de nieve que a medida que subíamos se iban extendiendo hasta cubrir todo el suelo de arbustos y los pinos que nos acompañaban a ambos lados de la subida. El aire que empezó a soplar era helador ( la sensación térmica sería de bajo cero ) y la helada nocturna hacia que los pino s, piornos y hasta las vallas de alambre estuvieran llenas de cristales de hielo y chupones helados que daban al paisaje un aspecto impresionante y de una gran belleza.


 Paramos a tomar los "panchitos" , sobre la una ,a resguardo de algunos pinos para defendernos del aire helador. Poco después continuamos la marcha que seguía paralela a la valla , hasta que llegado a un punto indicado por el Gps , nos desviamos campo a través ( pues el camino, con la nieve, no se reconocía) hasta llegar al Regajo Alto donde nos hicimos las fotos de rigor junto al geodésico ,

Regajo Alto-falta el fotógrafo (Miguel)

y continuamos , de nuevo campo a través siguiendo el track , hasta el Regajo Bajo.

Regajo Bajo. Miguel Angel, llegó el primero?
JP juega a combinar instantáneas del día !

 De nuevo la foto y a continuar como podíamos hasta llegar a un pequeño riachuelo desde donde salía una senda paralela a él, que nos conduciría al forestal.


 Este con bastante pendiente pero no demasiado largo nos dejo en la horizontal de Navafria.


 Pasadas las tres pero ya en la pista , encontramos una piedras donde sentarnos a comer. A esta altitud la nieve había desaparecido y algunos claros nos permitían ver el valle de Lozoya. Paco hizo la recaudación del vino de la bota , y como en todas las salidas corrió el vino, aguardiente , café y chocolates varios. Apuntar que J.P. le hizo la entrega a Miguel Angel de una petaca metálica para que metiera el aguardiente y tirara de una vez la botellita de plástico donde lo solía traer.
 Cerca de siete kilómetros nos separaban de los coches, pero la pista que seguía una curva de nivel , hizo que el recorrido no se hiciera pesado. Sobre las cinco y media llegábamos a los coches y allí nos despedíamos de los del norte. Los demás bajamos a tomar algo en el pueblo de Lozoya y después continuamos hacia Madrid.
Juan Angel
                                                        Video de la jornada (JP)