Esta marchita ya la hicimos los Marchosos hace unos años, pero partimos del alto del León y fuimos por la cuerda hasta la afloración rocosa donde se encuentra el monumento al Arcipreste de Hita. En wikiloc sale de Cercedilla, y toda ella transcurre por pistas forestales durante 16 km y con un desnivel de 457 m. Bueno, hoy vamos a hacer ésta.
Hemos quedado, como siempre, sobre las once (para evitar los atascos de tráfico mañaneros) en la calle Las Molineras de Cercedilla, ya en el límite con Los Molinos, los pocos Marchosos que hemos quedado después del gusto viajero que le ha entrado a unos pocos al mismo tiempo (Murcia, Huelva, USA,…). Así es que hemos quedado cuatro: JL, W, JA y P (este último soy yo, Paco).
Al bajar de los coches corría un viento frío que hizo que nos abrigáramos bastante, a pesar de que el sol se veía sin una sola nube. Comenzamos el camino y a medida que ascendíamos el viento se iba parando y el calor empezaba a apretar. Pasamos al lado de un muro de contención de una presa y luego por lo alto de un puente de tierra sobre la vía de un ferrocarril. Durante todo el camino de ascenso fuimos contemplando La Peñota, La Bola y La Maliciosa nevadas y La Barranca también con nieve. También divisamos la presa que hemos dejado atrás y observamos cómo el agua, con su movimiento constante, nos reflejaba la luz de las pequeñas olitas, que parecían cristales flotando.
Llegamos a un punto, en que JA vio en su mapa que había un atajo que nos llevaría muy cerca del pie de la Peña del Arcipreste y como comprobamos que eran unos dos km de ahorro y no queríamos andar los 16 de la excursión, pues nos lanzamos por él. Pero, como dice el refrán, “no hay atajo sin trabajo” y verdaderamente fue así: nos metimos en un pinar, subiendo por torrenteras secas, el camino a veces se perdía, pero pienso que es más bonito que la monotonía de una pista forestal. Una vez que volvimos a encontrarnos con el track nos tomamos los panchitos que los regamos con un vino de Toro que llevaba yo en mi bota. Ahora resulta que nos hemos pasado del desvío que conduce a la Peña, así es que retrocedemos ahora por el track unos cientos de metros y vemos una piedra con indicaciones de la subida hacia nuestra meta. Son unos cien metros de desnivel lo que nos separan de ella. Pasamos por dos fuentes, una sin nombre (es muy bonita y aparece en una foto), la otra la fuente de Aldara, muy cerca del monumento situado en un roquedal entre el Collado de la Sevillana y la Peña del Cuervo. Hay unos versos grabados en piedra y una caja negra resguardada entre las oquedades de las rocas, pegada con cemento, donde meto la mano para ver qué hay. Encuentro un ejemplar del Libro del Buen Amor, varios cuadernos y algunas cosas más que no quise sacar. Nos hicimos la foto de rigor y comenzamos a descender.
Pasamos por donde nos habíamos tomado los panchitos y seguimos por el track hasta las dos y media que paramos en unas rocas que nos aparecieron a mano derecha donde nos pusimos a almorzar. Una vista panorámica fabulosa, se veían hasta las cuatro torres de Madrid. Terminado el refrigerio, justo detrás de las rocas salía un caminito casi oculto que nos ahorraba otros dos km, así es que lo tomamos sin prejuicios y aquí tuvimos que salvar aguas encharcadas, varios arroyuelos, bajar por algunas torrenteras, despistarnos a veces porque el camino se perdía, en definitiva, gozamos del campo salvaje saliéndonos de la famosa pista. Al final, llegamos otra vez al track, ya a unos dos km de los coches.
Bonita excursión, pero para hacerla con atajos.
Paco
