ABEDULAR DE CANENCIA
11-12-2024
Nos encontramos puntualmente seis marchosos (JA, JM, JL, Miguel, Jero y yo, Don W) en el puerto de Canencia. Emprendimos la marcha por la pista del PR 28 sin nieve y una temperatura de aproximadamente 0 grados y sin viento.
La ruta desciende por pista ligeramente durante unos 4 km para llegar en una hora al punto más bajo de la ruta en el puente del Vadillo. JA encontró un par de tristes níscalos rastreando como de costumbre el terreno cerca del camino. Cruzamos el río Sestil sin dificultad porque llevaba poca agua. Una vez hechas las fotos del puente pasamos por una puerta en la valla a la carretera olvidándonos del track. Tuvimos que andar un poco por carretera salvando una peligrosísima furgoneta que llevaba unos árboles de navidad atravesados que ocupaban bastante más de la mitad de la calzada.
Una vez cruzado la carretera encontramos pronto el track por una pista en dirección del Collado de Cimero. En éste trayecto paramos para tomar los habituales panchitos. Continuamos hasta el km 7 donde JA nos convenció, no sin resistencia, a girar a la izquierda hasta la cercana carretera directamente al puente de la Pasada. La cuestión era ahorrarnos un km de la ruta.
Desde el puente y dejando el río Sestil a la derecha seguimos en constante ascenso hasta la chorrera Mojonavalle. La verdad es que las variedades de árboles como tejos, acebos, robles, abedules y pinos han sido agradables de contemplar. Los abedules que dan nombre a ésa marcha han sido los más tristes al haber perdido las hijas y parecían fantasmas de la triste figura. La chorrera llevaba igualmente poca agua y no merecía su nombre. Como no, hicimos las fotos de rigor para presumir en casa.
Eran aprox las 2 y continuamos la senda ascendente durante un cuarto de hora más hasta llegar al punto más alto de la marcha en el Centro de Educación Ambiental en el GR-10.1 Era la hora de comer. La temperatura durante todo el día oscilaba entre 0 y 2 grados. En éste punto se partió el grupo en dos ya que JL y Jero no querían quedarse para no quedarse frío. Así que continuaron hasta los coches. Los más valientes comieron y resistieron. Entretanto empezó a nevar ligeramente. La pista al puerto de Canencia en continuo ligero descenso parecía cubierta de azúcar glas.
En el puerto pasamos por la fuente de la Raja que encendió las fantasías de algunos. Parece que las feministas todavía no han pasado por ahí.
Terminamos sanos y salvos sobre las 3 y media.
Wolfgang Muller