SIETE PICOS
Antes de decidir dónde íbamos este miércoles, hubo una polémica para ver si hacíamos una gastronómica o una normal. Al fin, prevaleció el sentido común, pues estamos todavía con las restricciones del Covid y además a la gastro iba a venir poca gente. Así es que, entre el Yelmo, el Montón de Trigo y Siete Picos elegimos esta última. Puede que sea la última de la temporada aunque a finales de junio hay propósito de salir también.
Hemos empezado un poco antes (a las 10:15 h), a propuesta de Jero, pues hace un día de bastante calor. Dejamos los coches en el puerto de Navacerrada los seis montañeros de pro Jero, Miguel Ángel, José Luis, Wolfgang, Juan Ángel y Paco (yo, el que escribe).
Empezamos a atacar directamente al primer pico, El Telégrafo y, como estamos frescos, culminamos pronto esta fuerte subida.
Nos encontramos con un grupo de jovencitos de algún colegio, que ya están descansando. Nos hacemos las fotos de rigor. El paisaje ya empieza a ser estupendo. Nos aceleramos un poco para dejar atrás a esta pandilla de chavales. Cogemos un pequeño tramo de la senda Herreros pero enseguida la abandonamos y comenzamos a subir al segundo, que resulta que nadie sabe cómo se llama, así es que, como tiene un hito en su parte más alta, le llamamos el Supositorio (idea de Wolf). Aquí estamos en la parte más alta de la marchita.
Vamos cresteando a derecha e izquierda, viendo las dos vertientes que son majestuosas. El roquedal es impresionante.
Pasamos extasiados ante los monumentos rocosos de los diferentes picos, hasta que llegamos al sexto, donde empezamos a bajar rodeándolo por su cara sur en un descenso muy duro, donde los bastones sólo nos servían de estorbo. Cogimos un tramo de la Senda de los Alevines marcado con un punto grande amarillo, nos metimos por un agujero que nos apareció en el camino,
donde tuvimos que quitarnos las mochilas para pasar por él y, después de varias dificultades con este camino rocoso llegamos al collado Ventoso, desde donde veíamos el último pico, Majalasna y donde nos esperaban unas vacas paciendo tranquilamente. Aquí, a la sombra, almorzamos y los alimentos los regamos con un vino crianza de Ribera de Duero que traía Paco en su bota fresquito (había estado en nevera toda la noche).
Una vez repuestas las fuerzas, comenzamos la segunda parte de esta marchita, que ya nada más que es seguir el camino Smith, que transcurre por la cara norte de Siete Picos. Nos cruzamos con la Senda de los Cospes, que va al puerto de la Fuenfría. Y después de andar varios km terminamos en el puerto de Navacerrada, que es donde empezamos.
El track que hemos seguido es de wikilock.
Un día excelente, donde el viento fresquito y alguna nube que otra nos hizo olvidar un poco el calor.
Paco.
