El municipio de Quijorna se encuentra situado en la zona
oeste de la Comunidad, a unos 39 km de Madrid limitando con el municipio de
Brunete y Villanueva de la Cañada al Este, Navalagamella al Oeste, Valdemorillo
al Norte y Villanueva de Perales al Sur. Está situado dentro de la comarca
denominada "Cuenca del Guadarrama".
Uno de los afluentes del Guadarrama pasa por Quijorna. Aproximadamente la mitad del término municipal
de Quijorna está protegido dentro de la denominada zona de protección: Zona de
Especial Protección para las Aves (ZEPA)
Tiene una extensión de 25,7 km² y una altitud aproximada de
573 m. En la actualidad cuenta con una población de aprox. 3200 habitantes
En terrenos de esta localidad tuvo lugar parte del
enfrentamiento de la llamada Batalla de Brunete, desarrollada desde el 6 hasta
el 25 de julio de 1937 durante la Guerra Civil Española. Esta ofensiva lanzada
por el ejército de la República tenía como objetivo disminuir la presión
ejercida por las fuerzas sublevadas sobre Madrid y al mismo tiempo aliviar la
situación en el frente Norte.
Como consecuencia de los bombardeos, Quijorna fue totalmente
destruida, a excepción de una parte de la iglesia que quedó en pie.
En febrero de 2013 Quijorna saltó a los medios de
comunicación, cuando su ayuntamiento permitió un acto de exaltación franquista
y nazi en un colegio público.
(Wikipedia)
Bueno, pues desde esta localidad partimos el miércoles 26,
Jero, JG, MA, JL, JA y yo mismo que me incorporaba a la temporada tras
circunstancias diversas que me habían impedido hacerlo antes.
La dificultad de la marcha es pequeña, y su recorrido
discurre en su mayor parte por monte bajo, sembrados y bosque de encinas. Los
mayores atractivos del recorrido
resultaron ser, primero unos hornos de caolín, muy bien conservados algunos,
y
sobre todo los restos del frente republicano que estuvo aquí durante la Guerra
Civil.
Pudimos ver restos de trincheras perfectamente marcados
todavía, nidos de ametralladoras, un puesto de mando excavado en forma de U,
con entrada y salida…
pero lo que más nos llamó la atención fueron unas
galerías muy profundas con un pasillo
central desde el que se abrían muchos otros perpendiculares a él. Parece ser
que sirvieron como acuartelamiento de tropas y almacén de municiones y material
de guerra.
La comida la hicimos en un merendero muy cómodo, con mesa y
asientos
y el café lo tomamos en Quijorna en el bar restaurante Los Chopos.
Y así hasta la próxima.
Miguel