miércoles, 16 de mayo de 2018

Puente de la Cantina Puerto de Cotos Peña Citores Puente de la Cantina. 16 de Mayo 2018


Esta vez hemos elegido una marcha exigente, con 14.5Km y 900 m de desnivel.

Nos hemos juntado en el puente de la Cantina, a las 11h, los cuatro marchosos que aún quedamos en pie: Juan, Miguel, Chicho y JL.


Empezamos la marcha con una subida exigente pero con mucho ánimo.






Las lluvias han dejado un paisaje frondoso donde corren todos los arroyos de la zona, que son muchos: De las Pamplinas, de las Pintadas, del Infierno, arroyo de Cotos y muchos más que vierten sus aguas al Eresma.

El viento ha dejado un rastro de pinos levantados y tronchados que parece el final de una cruel batalla. En esta parte de la marcha los pinos son altos y esbeltos de repoblación, sin embargo en las alturas de 1900 m. después de la Piña Citores los pinos son robustos silvestres, con ramas retorcidas a veces como muñones.






A lo largo del trayecto pudimos observar que las primeras crías de vacuno en libertad del año ya estaban crecidas.





Pasadas las 12h hicimos un alto en el camino para tomar los panchitos de Miguel y las nueces de Juan pues los demás nos habíamos olvidado de llevarlos.

Al principio la subida empieza en una sendero, pero después nos unos a la pista que se utiliza para la explotación de los pinos y que nos lleva hasta Cotos donde el tren acababa de salir cuando llegamos. Allí había autocares, coches y un grupo de escolares dispuestos a disfrutar del espléndido día que nos hizo.





Desde el puerto de cotos seguimos subiendo por  un sendero y ya la subida empezaba a notarse en el cansancio. Antes de llegar a la peña Citores se veía que teníamos que atravesar un nevero. Un señor que bajaba de Peñalara nos dijo que si seguíamos las huellas podríamos a travesarlo sin mucha dificultas, lo que hicieron Miguel y Juan. Chicho y JL prefirieron evitar la nieve y subir por una parte más escarpada hasta coger  un sendero entre piornal y brezo rastrero que consumieron bastante las fuerzas.






En unas tapias de piedra, quizás restos de trincheras nos esperaba Juan , mientras Miguel Angel daba vueltas por el nevero tratando de encontrar, sin éxitos las gafas perdidas.

Decidimos ir a comer al refugio poco antes de las tres. Alli nos comimos las viandas con unas vistas magníficas. Miguel llevo y café y se tomo un poco, resto de lo acabó JL, lo cual le paso factura. La deshidratación con exceso de café hizo que bajando después le aparecieran los inicios de calambres en las piernas.




A las cuatro estábamos bajando por el camino viejo del Paular desde los 2.200m por senderos que no tenían trazas y gracias al track de GPS pudimos seguir.


A los 1900 m. apareció una bonita pradera de pinos silvestres que alegró la bajada. Continuamos hasta los 1700 m  bajando por senderos poco trillados y apareció otra pradera parecida a la anterior pero con más pinos de reforestación.

De vez en cuando la marcha hacia que los primeros calambres aparecieran en las piernas de JL. 





Pero con cuidado logramos llegar a los coches pasadas las cinco, en forma aceptable. Un trago en la fuente y a casa en los coches con objetivo cumplido.




Saludos JL.






lunes, 14 de mayo de 2018

MIRADOR DE BARRAGÁN.LOS BRAJALES 9 Mayo 2018



A las once y cuarto, Jero, Miguel, Jose Luis, Miguel Angel y yo salíamos de las afueras de Cebreros, en la carretera que sube al Puerto de Arrebatacapas, para iniciar una marcha por la zona mas agreste del municipio : Los Brajales.

Era la primera vez que los Marchosos hacíamos esta excursión , ya que otras cuantas veces habíamos salido del alto del puerto en dirección del alto de la Mira y sus alrededores.Tras un pequeño repecho por una pista , bajamos campo a través a encontrarnos con el arroyo de la Pizarra que en esta zona estaba seco ( luego comentaremos este hecho). Cruzamos el arroyo y comenzamos una fuerte subida (unos 250m de desnivel ) , marcada con hitos, por el lateral de una gran lancha de granito y que en subida constante nos llevaría al mirador de Barragan, desde donde las vistas de Cebreros y alrededores son impresionantes. Paramos a descansar y tomar los panchitos y después retrocediendo por la vereda que nos había llevado hasta allí, volvimos a la senda que al poco rato se juntaba con una pista forestal, la cual seguimos a través del pinar cerca de unos dos kilómetros .Al llegar a una gran pradera abandonamos la pista y la cruzamos en dirección a la fuente de las Eras de Villalba . Por la zona había varias explotaciones ganaderas pero no vimos ningún animal.

Seguimos el track  que por una estrecha senda nos conduciría en poco tiempo hacia el arroyo de la Pizarra de aguas cristalinas y que formaba en su cauce de piedra pequeñas pozas. Tras una breve caminata por su margen, el track que llevábamos se separaba de todo camino y se introducía campo a través por el tupido monte de pinos, sabinas   y distintos arbustos que hacían del andar incomodo y difícil. ( para otra vez habría que estudiar la opción de no pasar por esta zona ) Después de unos veinte minutos el track salía a una senda bien marcada donde aparecían unas indicaciones del PR-3 y  PR-5. A partir de aquí comienza la parte mas abrupta del recorrido, ya que el arroyo se encajona entre altos farallones y forma distintas cascadas, que se pueden ver desde el camino pero difíciles de acceder.

Seguíamos bajando por esta bonita vereda, pero a partir de las dos y media Jose Luis y Miguel empezaron a reclamar la pitanza, pero a regañadientes fueron aguantando hasta casi las tres en que llegamos a la orilla del arroyo de Pajares y muy cerca de donde se une al de la Pizarra. Allí al lado de un puente de madera y junto al arroyo de limpias aguas y con su rumor de fondo , comimos ,esta vez sin el vino que alguno suele llevar, y terminando con las distintas variedades de chocolates.

Pasadas las tres y media reanudamos la marcha ,que tras cruzar el arroyo, y por su margen derecho nos permitía ver algunas pequeñas cascadas y pozas hasta llegar a una represa a partir de la cual el arroyo bajaba seco ya que se adivinaba que el agua se desviaba por un canal. Yo aproveche para coger un manojo de espárragos.Ya solo quedaba salir a la pista que en unos pocos minutos nos conducía a los coches. En definitiva una bonita e interesante excursión por estos agrestes campos de Cebreros.

JUAN ANGEL