Iniciamos la marcha desde el aparcamiento de la zona
recreativa La Jarosa II, Jero, JP, JA, JL, MA y Miguel
Nos llamó mucho la atención el nivel extremadamente bajo del
embalse de La Jarosa. Hemos hecho ya varias rutas que partían de sus orillas, pero nunca
lo habíamos visto con tan poca agua.
La ruta transcurre en casi su totalidad por camino forestal
y asfalto por lo que se convierte en un fácil
paseo que nos permitió disfrutar de un día tranquilo y relajado.
Acompañó el buen tiempo, despejado y con temperatura casi templada excepto en
la zona más alta en la que sopló algo de viento frío.
Aparte de los “panchitos”, la bota de buen vino, la charla
sobre diversos temas, etc.
Lo más destacado de la marcha fue el entorno mismo, que discurre a través a través de un bosque singular: el bosque plateado que se llama así porque en
él se encuentra un tipo de pino, el Laricio, escaso en la sierra de Guadarrama
y que tiene la particularidad de tener la corteza plateada.
También aparecen en
este bosque pinos silvestres y pinos resineros que han sido explotados para la
obtención de madera y resina.
El punto culminante de
la marcha es la pradera de la Covacha desde la que se disfruta de una
hermosa vista panorámica de la sierra de Guadarrama: Peñalara, la Pedriza con
el Yelmo, e incluso se divisa el cerro San Pedro.
Allí pudimos ver el pino de
La Hilera que al parecer tiene más de 500 años y el pino de La Vida, cuya
particularidad es que hunde sus raíces en la roca.
El descenso muy agradable y tranquilo enlaza en su parte más
baja con la ruta del agua. Pudimos ver una de las entradas al túnel de ocho Km
que se construyó en los años 90 y que une el embalse de La Jarosa con el de La
Aceña.
Como nos sobró tiempo y llegamos pronto al área recreativa,
punto de nuestra partida, comimos cómodamente sentados en unos bancos de madera
y disfrutando de una temperatura la mar de agradable. Nos despedimos y hasta la
próxima