La Agencia Espacial
Europea (ESA) tiene colocados en órbita dos observatorios espaciales, el Planck
y el Herschel, que fueron lanzados en 2009 con el mismo cohete Ariane 5, pero
que luego se separaron emprendiendo viaje por separado y con objetivos
distintos.
El observatorio
Planck con la misión de hacer observación de las primeras luces del universo (puesto que está mirando a distancias que la luz ha tardado el tiempo de la edad del universo en llegar a nosotros), obteniendo un mapa de gran resolución de las pequeñísimas variaciones de
temperatura de unos puntos a otros y que son semillas de las galaxias. Para ello ha escudriñado todo el
espacio buscando la luz más antigua del
universo y con ello ha ajustado la edad a 13.810 millones de años y detectado que está compuesto
de 4,9% de materia corriente, 26,8% de materia oscura y 68,3% de energía oscura. Además ha ajustado
la constante de Hubble (velocidad de expansión) lo que ha añadido 100 mills. de años a la edad establecida antes de él.
En los primeros momentos el universo a partir del BB, era
una sopa densa de partículas (protones, electrones y fotones) que al enfriarse después de 380 mil años, ocurrió que esa menor temperatura permitió que se unieran
formando átomos (los protones y electrones) y se liberaran los fotones apareciendo la luz y haciéndose el universo transparente. Aquellos fotones son la radiación del fondo cósmico de microndas, muy fría de 2,7ºK que capta el telescopio Planck y que le ha permitido hacer un mapa del universo primitivo muy preciso. Y se ve que el universo no es tan isótropo
como apuntaba el modelo estándar.
El Herschel es un
observatorio de infrarrojos diseñado para escrudiñar el universo en frecuencias
infrarrojas. Orbita en el L2 (segundo punto de Lagrange (1)) del sistema Tierra-Sol
y que está situado a 1,5 mills de km. de La Tierra en dirección hacia fuera del
Sistema Solar, con un radio de 700 mil kms y en el plano perpendicular al eje.
El
infrarrojo es la banda en la que transmiten la mayor parte de la energía los
cuerpos que están a menos de 3000ºK, como son las gigantes rojas, las nubes de
polvo, los cometas y los asteroides. Y como las longitudes de onda larga
atraviesan más fácilmente las nubes de polvo y gas que inundan el espacio, son
muy útiles para revelar lo que esconden o tapan aquellas.
Es además la radiación que permite estudiar
los procesos de formación estelar o galaxias antiguas. Es por esto además por
lo que hay que observarlas fuera de la atmósfera, ya que estas radiaciones son
absorbidas por la atmósfera. Y además tiene que estar el observatorio fuertemente refrigerado para
que la propia radiación del instrumento no perjudique la observación. Es por
esto que su vida se acaba cuando lo hacen los depósitos de refrigerante.
Al estudiar las galaxias más lejanas podemos
reconstruir el universo primitivo. Gran parte de los procesos se ocultan detrás
de las nubes de polvo, pues de ellas proceden más de la mitad de la radiación
emitida, obviamente en el infrarrojo y están dando información de los
nacimientos de las estrellas, puesto que el polvo retransmite la luz visible
pasándola al infrarrojo. Por ejemplo se está viendo cómo se condensan las nubes para formar las
estrellas y saber mucho de ellas, dado que podemos obtener mucha información a través de las líneas
espectrales con lo que conocemos la composición de los elementos que radian. Además se puede
estimar la velocidad a la que las galaxias se alejan de acuerdo a la ley de expansión del universo.
En los procesos de formación de las estrellas
se determina la masa, a mayor más temperatura pero menos tiempo de vida y más
síntesis de elementos en ella. Finalmente la explosión de algunas de ellas en
supernovas nos dará los elementos más pesados.
Los puntos de Lagrange, también denominados puntos L o puntos de libración,
son las cinco posiciones en un sistema orbital donde un objeto pequeño, sólo
afectado por la gravedad, puede estar teóricamente estacionario respecto a dos
objetos más grandes, como los Observatorios Herschel y Planck para el Sol y La Tierra o como es el caso de un satélite artificial con respecto a la Tierra y la Luna.
Los puntos de Lagrange marcan las posiciones donde la atracción gravitatoria
combinada de las dos masas grandes proporciona la fuerza centrípeta necesaria
para rotar sincrónicamente con la menor de ellas.
JP