Había ganas de pisar la nieve , sobre todo Paco y decidimos hacer la RT 027 Carro del Diablo en Rascafría. Finalmente no pudieron venir Chicho, Manolo, Fernando y JG.
Como de costumbre llegaron los
dos primeros coches Miguel y el de Jero y se fueron a dejar el coche de Miguel
en el Paular para evitar a la llegada el tramo hasta la Iglesia. Después
llegaron en el coche de Paco a la Iglesia de San Andrés los del sur hacia las
11:20h. Con buen criterio a propuesta de JP decidimos ir en coche hasta el
Polideportivo pues los nubarrones crecían.
Salimos y empezamos la subida en
dirección al puerto del Reventón con un viento que pelaba a 0 ºC y lloviznando; se barruntaba que
las condiciones climatológicas no nos iban a ayudar. En cualquier parte que
pisábamos había agua que en forma de riachuelos iban bajando al Lozoya para
acabar en el embalse de Pinilla y en el Atazar. Los caminos incorporaban su torrente que a veces desbordaba la cuneta.
Hicimos las primeras fotos a los
caballos que pastaban tan contentos a pesar de la lluvia. Subimos el
primer Km y hubo que parar unos10 min. para esperar a Paco que se había parado para
ponerse las polainas. La nieve que se veía en la montaña lo que anunciaba que iba a ser una marcha especial. Debido a la parada la media de la marcha bajo a los 2 Km. por hora.
Aprovechó JP para recordarnos que debiamos buscar un atajo que acortara la marcha de A. Campos y esta propuesta iba gando adeptos (M.A llevaba un posible trazado para el atajo).
Alcanzados los 1400 m había nieve en abundancia, sobre todo al confluir el sendero de subida con la pista forestal. Nos paramos y utilizando una piedra con nieve como altar, oficiamos la toma de cacahuetes, nueces, higos, avellanas, almendras y demás frutos secos regados con vino de crianza del Señorío de los Llanos.
Aprovechó JP para recordarnos que debiamos buscar un atajo que acortara la marcha de A. Campos y esta propuesta iba gando adeptos (M.A llevaba un posible trazado para el atajo).
Alcanzados los 1400 m había nieve en abundancia, sobre todo al confluir el sendero de subida con la pista forestal. Nos paramos y utilizando una piedra con nieve como altar, oficiamos la toma de cacahuetes, nueces, higos, avellanas, almendras y demás frutos secos regados con vino de crianza del Señorío de los Llanos.
Entramos en la pista y sin llegar
al Carro del Diablo torcimos hacia la izquierda y empezamos a caminar con
cuidado pisando por el casi medio metro de nieve en polvo que cubria toda la pista. Poco a poco se nos iban mojando las
botas, comenzó a nevar y poco a poco se nos calaron los guantes, pantalones y
sombreros. El frío iba haciendo mella y decidimos acortar bajando hacia el
Paular, pero el atajo de M.A no era fácil seguir.
Lo que si era fácil era resbalarse y pisar sin querer los charcos y el agua de los arroyos. Hubo que atravesar unos cuantos. No queríamos parar para comer hasta encontrar un sito seco para comer “agustito” como dijo Miguel.
Cerca de las tres y media encontramos un refugio de cazadores al que se accedia por una escalera y empapados de agua, helados de frío hicimos las ensaladas y mientras seguía lloviendo. Comimos los platos princpales, los quesos, chocolates, postres y el aguardiente de MA y el aguafuerte con endrinas de Paco. Hubo una tregua de la lluvia y emprendimos a toda prisa la marcha hacia el monasterio con los pies helados y los musculos entumecidos..
Lo que si era fácil era resbalarse y pisar sin querer los charcos y el agua de los arroyos. Hubo que atravesar unos cuantos. No queríamos parar para comer hasta encontrar un sito seco para comer “agustito” como dijo Miguel.
Cerca de las tres y media encontramos un refugio de cazadores al que se accedia por una escalera y empapados de agua, helados de frío hicimos las ensaladas y mientras seguía lloviendo. Comimos los platos princpales, los quesos, chocolates, postres y el aguardiente de MA y el aguafuerte con endrinas de Paco. Hubo una tregua de la lluvia y emprendimos a toda prisa la marcha hacia el monasterio con los pies helados y los musculos entumecidos..
Obviamente los marchosos sabemos superar las
dificultades posibles, así con ese espíritu jovial que nos acompaña siempre, emprendimos
la bajada a través riachuelos, charcos, bancales y de las vallas que rodean las
enormes fincas cercanas al monasterio. Por una finca donde había una pista
aceptable llagamos a la carretera enfrente de las Presillas y concluimos en el
parking del monasterio con gran alivio
a las 17:20h.
Otra vez cumplido el objetivo pese al castigo a las articulaciones, rodillas y gemelos. Saludos JL
Otra vez cumplido el objetivo pese al castigo a las articulaciones, rodillas y gemelos. Saludos JL