jueves, 23 de enero de 2014

RT 027 Carro del Diablo en Rascafría, el 22 de Enero del 2014


Había ganas de pisar la nieve , sobre todo Paco y decidimos hacer la RT 027 Carro del Diablo en Rascafría. Finalmente no pudieron venir Chicho, Manolo, Fernando y JG.

Como de costumbre llegaron los dos primeros coches Miguel y el de Jero y se fueron a dejar el coche de Miguel en el Paular para evitar a la llegada el tramo hasta la Iglesia. Después llegaron en el coche de Paco a la Iglesia de San Andrés los del sur hacia las 11:20h. Con buen criterio a propuesta de JP decidimos ir en coche hasta el Polideportivo pues los nubarrones crecían. 

Salimos y empezamos la subida en dirección al puerto del Reventón con un viento que pelaba a 0 ºC y lloviznando; se barruntaba que las condiciones climatológicas no nos iban a ayudar. En cualquier parte que pisábamos había agua que en forma de riachuelos iban bajando al Lozoya para acabar en el embalse de Pinilla y en el Atazar. Los caminos incorporaban su torrente que a veces desbordaba la cuneta.

Hicimos las primeras fotos a los caballos que pastaban tan contentos a pesar de la lluvia. Subimos el primer Km y hubo que parar unos10 min. para esperar a Paco que se había parado para ponerse las polainas. La nieve que se veía en la montaña lo que anunciaba que iba a ser una marcha especial. Debido a la parada la media de la marcha bajo a los 2 Km. por hora.






 Aprovechó JP para recordarnos que debiamos buscar un atajo que acortara la marcha de A. Campos y esta propuesta iba gando adeptos (M.A llevaba un posible trazado para el atajo).
Alcanzados los 1400 m había nieve en abundancia, sobre todo al confluir el sendero de subida con la pista forestal. Nos paramos y utilizando una piedra con nieve como altar, oficiamos la toma de cacahuetes, nueces, higos, avellanas, almendras y demás frutos secos regados con vino de crianza del Señorío de los Llanos. 


Entramos en la pista y sin llegar al Carro del Diablo torcimos hacia la izquierda y empezamos a caminar con cuidado pisando por el casi medio metro de nieve en polvo que cubria toda la pista. Poco a poco se nos iban mojando las botas, comenzó a nevar y poco a poco se nos calaron los guantes, pantalones y sombreros. El frío iba haciendo mella y decidimos acortar bajando hacia el Paular, pero el atajo de M.A no era fácil seguir.

Lo que si era fácil era resbalarse y pisar sin querer los charcos y el agua de los arroyos. Hubo que atravesar unos cuantos. No queríamos parar para comer hasta encontrar un sito seco para comer “agustito” como dijo Miguel.

Cerca de las tres y media encontramos un refugio de cazadores al que se accedia por una escalera y empapados de agua, helados de frío hicimos las ensaladas y mientras seguía lloviendo. Comimos los platos princpales, los quesos, chocolates, postres y el aguardiente de MA y el aguafuerte con endrinas de Paco. Hubo una tregua de la lluvia y emprendimos a toda prisa la marcha hacia el monasterio con los pies helados y los musculos entumecidos..


Obviamente los marchosos sabemos superar las dificultades posibles, así con ese espíritu jovial que nos acompaña siempre, emprendimos la bajada a través riachuelos, charcos, bancales y de las vallas que rodean las enormes fincas cercanas al monasterio. Por una finca donde había una pista aceptable llagamos a la carretera enfrente de las Presillas y concluimos en el parking  del monasterio con gran alivio a las 17:20h.
Otra vez cumplido el objetivo pese al castigo a las articulaciones, rodillas y gemelos. Saludos JL