jueves, 17 de noviembre de 2016

La Sillada de Garcisancho 16 noviembre 2016





Asistentes: Chicho, JL, JP, J. Angel, Miguel, Miguel Angel y yo

Dejamos los coches cerca del punto de partida, el Monumento al Guardia Forestal, y comenzamos la marcha a las 11:35. El tiempo era estupendo: despejado con un sol radiante, y algo frio. Una vez pasada una barrera, seguimos por una pista que asciende continuamente hasta la cima de Cabeza Mediana, sobre la 13 horas, donde tomamos los “panchitos” sin el buen vino que habitualmente aporta nuestro sumiller, al cual y al qué echamos mucho de menos. Durante la subida, nos desviamos un poco, a la derecha de la pista, por una senda escarpada hacia una lagunilla que no conocíamos,


mas adelante encontramos a nuestra izquierda otra pequeña lagunilla, que ya conocíamos, nutrida por una fuente; 



en ambas se reflejaban los arboles y matorrales.




Después del descanso, bajamos por una senda para subir una fuerte cuesta que nos conduce a la Sillada de Garcisancho, donde se cruza varios caminos y pistas. 




Esta vez volvimos por una pista que sale a la izquierda del GR-10 y baja con menor pendiente que éste aunque es un poco mas largo el recorrido; la pista cruza varios arroyos con pequeñas casadas que apenas se veía por el pequeño caudal de los arroyos.


Durante la bajada buscamos un buen sitio donde comer, pero no lo encontramos, así que tuvimos que comer sentados en unas piedras al borde de la cuneta., ya que eran las 15 horas pasadas.

Después del ágape, los chocolates, el café y el “petrolato”, continuamos el camino por dicha pista hasta desembocar en otra pista: tomamos a la derecha, ya que a la izquierda nos llevaría al monasterio de El Paular, que nos conduce después de una buena subida hasta otra pista que sale a la izquierda, que nos lleva al punto de partida.





Los “seteros” estaban frustrados ya que la materia prima era prácticamente inexistente. Durante la bajada por la pista nos cruzamos con un montón de ciclistas que subían con gran esfuerzos: algunos/as agotados/as a punto de llorar por el gran esfuerzo; algunos subían andando con la bici en la mano. Charlamos con algunos y nos contaron que estaban haciendo un cursillo de Técnicos de Montaña/senderismo.


Jerónimo Limón