El miércoles día 26 llegué a Canto Cochino a las 10,45 h en punto. Allí me esperaban ya los marchosos, Jero, Wolfgang y JA, botas puestas, mochilas al hombro, impacientes.
Iniciamos la marcha inmediatamente
Sin ninguna incidencia que destacar llegamos al Tolmo que no se había movido ni un milímetro de su sitio desde la última vez que estuvimos allí.
Al intentar seguir el track tuvimos algunos problemas, tomamos un camino equivocado, retrocedimos, nos metimos por zonas dificiles, pero finalmente la experiencia acumulada y nuestro instinto montañero nos llevo al camino correcto.
La meta siguiente era encontrar la roca llamada La Calavera, y cuando creíamos que ya no daríamos con ella y mirábamos hacia adelante buscándola, nos dimos la vuelta y allí estaba.
Llegó un montañero solitario, que nos contó que trabajaba como fotógrafo y algo más para el parque. A Juan Ángel le gustaron sus bastones e intentó darle el cambiazo, pero el astuto montañero se dio cuenta y reclamó lo que era suyo. LLegamos al Collado Cabrón, nos hicimos la foto.
y cuando iniciamos la bajada hacia El Cáliz, un cabrón posó para nosotros y nos dejo que, aunque de lejos, le fotografiásemos a placer.
Comimos en el Cáliz, disfrutando de unas vistas espectaculares
Regresamos a Canto Cochino, en una de cuyas terrazas, Jero, Wolfgang y yo mismo, Miguel, nos tomamos unas cañas y un café, y despues de animada charla, volvimos cada uno a su casa.
Y hasta la próxima
Miguel