Un día perfecto para el senderismo. Sol, poco frío y ni rastro de nubes amenazadoras que nos sugirieran de nuevo una gastronómica como la de la semana pasada en Moralzarzal. Empezamos a caminar a las 11 h JA, JL, Miguel Angel , Jero y yo. Miguel, que en un principio iba a venir, nos aviso al final que no podía estar con nosotros.
Habíamos dejado los coches en la zona de la depuradora de Picadas, y nos llamó la atención la cantidad de gente que ya había llegado para practicar piragüismo y bicicleta de montaña. Desde allí comenzamos a andar para repetir la marcha que ya habíamos hecho en el 2017. Es una marcha un poco larga (+15 km) y con un importante desnivel acumulado(+700 m) si se quiere subir al cerro de Altolamira (1038 m)
y luego al cerro de Valdenoches (905 m).
Las vistas son muy amplias desde cualquiera de ellos : San Martín de Valdeiglesias, pantano de San Juan y a lo lejos muchas cumbres nevadas, tanto en la vertiente de Avila y como en la de Madrid.
En el cerro de Altolamira saludamos a los forestales ( 2 coches) que estaban ya comiendo, cuando nos íbamos hacia Valdenoches para reunirnos con Miguel y JL Al llegar allí, comimos apoyados a la pared que rodeaba a las instalaciones de las antenas que hay en el cerro y que nos protegía del fuerte viento que había por esas alturas.
Durante la marcha, vimos pasar varios corzos, que alegran un poco el bosque de pinos y encinas, y que al no haber setas, entretienen un poco al paseante y le permiten ponerlo en la crónica.
Esta foto
es para que aparezca Jero y está tomada en la orilla de la pequeña laguna que da lugar al arroyo de Las Labores y que recoge el agua (muy abundante en la excursión) de los cerros de Valdenoches y de las Mucas.
Esta foto
Lo más agradable de la excursión se encuentra cuando al bajar del cerro de Valdenoches, al terminar de comer, no se sube al cerro de Las Mucas y en su lugar se coge un precioso sendero muy bien marcado que hay a la derecha y que llega hasta el arroyo de Las Labores, en donde ya hay que dejar el bucolismo y empezar a subir, con fuerte pendiente, por el último cortafuegos que visitábamos. Un poco antes habíamos visto a la máquina que ayuda al mantenimiento de cortafuegos y que reposaba para la foto.
Nos paramos a tomar un café antes de marcharnos para Madrid, y esta vez invitados por JL y por mí (otro José). Finalmente nos deseamos unas felices vacaciones de Semana Santa y partimos hacia la capital.
Chicho