jueves, 8 de febrero de 2018

La Casita de El Renegado 7 Febrero 2018


Asistentes: JL, Miguel, Juan Angel y yo

Debido al mal tiempo y la dureza de la propuesta, La casita de El Renegado fue elegida por unanimidad por los cuatro participantes mas Chicho que finalmente se echó atrás por temor a la nieve y al hielo que había en Guadarrama y Navacerrada, según le informaron.

Quedamos en San Lorenzo de Escorial, en el aparcamiento del Eurocentro, a las 11 horas. Era un día soleado y frío. A esa hora estábamos  allí, y después de cambiarnos de botas y preparar el equipo echamos a andar. Nos encontramos con una chica que nos mostró un atajo para alcanzar el camino que conecta con el GR-10 sin pisar por el asfalto de la carretera. Seguimos subiendo hasta cruzarnos con otra carretera, conocida como Segunda Horizontal, donde nos encontramos con un grupo escolar que también subían al Abantos, según nos dijeron. Iban equipados, la mayoría, con deportivas y pantalón vaquero (una, con botas katiuskas). Les hicimos algunas fotos.



Continuamos subiendo por el GR-10 hasta unas peñas anterior a la altiplanicie donde se encuentra la fuente del Cervunal,
donde tomamos les “panchitos” con un rioja reserva de 2011 (Puerta Vieja). Allá nos alcanzó el grupo escolar y le dejamos mientras tomaban su bocata.  Después del ágape y descasar un poco seguimos subiendo y antes de llegar a fuente del Cervunal nos cruzamos con unos que bajaban corriendo y otro que el lunes le operaban de prótesis de cadera. Un vez pisar la cumbre Abantos (1.753 m.) y hacernos las consabidas fotos,
buscamos la bajada hacia la Casita de El Renegado, pero como el track que llevábamos no era  el “bueno” (era el que habíais hecho la ultima vez, en que  os desviasteis del track “bueno”, en vez de salir por la izquierda desde Abantos, salisteis por la derecha y os enriscasteis un poco) y no había huella abierta (desde la nevada nadie había descendido por ella), decidimos seguir el camino que va hacia el refugio de la Salamanca y coger una pista que viene del puerto de Malagón y tomar a la izquierda para alcanzar el GR-10 volver por el mismo camino por el que subimos.




Paramos en el mismo sitio donde tomamos los “panchito” para comer, con el buen vino y los consabidos turrón y chocolates, echando de menos el “petrolato” de Miguel Angel.

Una vez terminadas las delicias, nos fuimos rápido, pues había unas nubes que ocultaba el sol y el frio se acentuó. Continuamos bajando por el GR-10 y llegamos a los coches sobre las cuatro de la tarde, después de echar un maravilloso y soleado día,

Jerónimo  Limón