Por el camino pudimos comprobar que la explotación de los pinos, al igual que el aserradero está muy activa. Nos llamaron la atención las marcas de algunos troncos cortados
Pasamos por fuentes
donde refrescarnos y después de una buena caminata, con la parada obligatorio para los frutos secos, llegamos a la explanada que nos resulta tan familiar porque la hemos visitado muchas veces.
Allí comimos y, después o antes, que ya no me acuerdo, subimos al “Moño de la Tía Andrea”(vete tú a saber por qué se llama así) donde está la Silla del Rey.
Después nos dirigimos a la Chorranca, que aunque traía poca agua, resultaba muy atractiva.
La siguiente parada en la Cueva del Monje , cuya leyenda ya hemos contado en otra ocasión.
Después el Cerro del Puerco, con las fortificaciones de la Guerra Civil y desde donde se contempla una buena vista de Valsaín.
Después bajamos, JA se marchó para casa y Wolfgang y yo paramos en Navacerrada, nos tomamos un cafetito y hasta la próxima.
Miguel