sábado, 1 de diciembre de 2018

De Valdemanco al Mondalindo 28 Noviembre 2018



                Hoy nos hemos juntado casi todos los elementos del grupo: Chicho, Jero, Jesús P., José Luis, Juan Ángel, Miguel Ángel, Miguel y Paco (el que suscribe). El día es excelente. La ruta que vamos a hacer es desde Valdemanco, llegar al puerto del Medio Celemín, torcer allí a la izquierda y encaminarnos hacia Peña Negra (1.832 m) y después al Mondalindo (1.831 m).

                  Antes de llegar al depósito del agua, donde hemos quedado en aparcar, algunos senderistas preguntan en un bar  si conocen la ruta que vamos a hacer y les comentan que sí, que se llama la “ruta del banco” porque en Peña Negra hay un banco de piedra con respaldo donde está grabado “Valdemanco”.

                Iniciamos nuestro ascenso y en seguida llegamos al puerto del Medio Celemín siguiendo la cañada Real Segoviana. Torcemos a la izquierda y seguimos subiendo lentamente hasta que al cabo de una hora se llega a una fuente con mampostería de rocas donde algún que otro echa un trago bastante fresquito. Un poco después se nos presenta una subida bastante fuerte que nos va a conducir a Peña Negra, pero antes de llegar allí hacemos un receso para tomar un piscolabis al que llamamos “el cacahuete” y nos echamos un trago del vino de la bota de Paco. Ya repuestos un poco, tenemos fuerzas para llegar hasta las antenas de Peña Negra, donde nos hacemos unas fotos y contemplamos el fabuloso paisaje con nieve en la Bola y en la Cuerda Larga y unas vistas excepcionales de la sierra de La Cabrera. Bajamos un poco y luego hemos tenido que volver a subir hasta el Mondalindo (o Cabeza del Cervunal), cuya subida es más suave que la anterior y más llevadera.

                Arribamos al Cancho del Mondalindo y aquí se quedan 3 compañeros a tomar el almuerzo. Los otros cinco siguen bajando hasta la fuente  llamada del “Agua Fría”. Se trata de un caño de plástico largo y de unos 15 cm de diámetro escondido entre matorrales. Este sitio es peor para almorzar que el elegido por los otros tres, pero ¡qué le vamos a hacer! Las vistas siguen siendo sobrecogedoras.

                Llegamos a los coches y al salir del lugar donde Jero tiene aparcado el suyo, se le mete una rueda en una zanja y no podía salir de allí. Tuvimos que poner piedras en la rueda y empujar unos pocos hasta que salió de la zanja.

                Una marchita durita pero compensa por su vistas. Ahí van unas pocas fotos.
Paco, 30 de noviembre de 2018.