Alrededor del Sol hay multitud de cuerpos de muy variado tamaño desde kms
de diámetro hasta cuerpos similares a una mota de polvo. El tamaño de esos
cuerpos va desde diámetros de centenares de kilómetros hasta motas de polvo de
100 micras.
El polvo cósmico que se encuentra en todo el sistema solar está compuesto de partículas de hielo y piedras
fruto de las explosiones de estrellas, del choque de asteroides y de fragmentos
de cometas, planetas o satélites. Son lo que llamamos meteoroides si son de
dimensiones entre 100 micras y 50 ms. Y llegan a La Tierra (LT).
Al atravesar La Tierra (LT) en su recorrido zonas de elevada presencia de
meteoroides y entrar estos en contacto con su atmosfera se desintegran en miles
de partículas de menos tamaño, son las estrellas fugaces que se observan
moviéndose por el cielo. Cuando un meteoroide entra en la atmósfera deja un
trazo luminoso debido a que se pone incandescente y es lo que llamamos meteoro.
Y aunque la mayoría se desintegran al llegar a la atmósfera, si por su masa
llega a atravesarla llega a la Tierra alcanzando lo 20 km/s.
El cinturón de asteroides ubicado entre Marte y Júpiter, junto con el
cinturón de Kuiper y la Nube de Oort son
los principales generadores de los meteoritos que llegan a LT. Su origen está
ligado a la presencia de Júpiter, que se hizo demasiado grande demasiado pronto
en la formación del Sistema Solar, lo que
impidió la formación de protoplanetas y el consiguiente planeta. En el viaje de
Júpiter hacia el Sol primero y vuelta a su emplazamiento actual impidió esas
formaciones y expulsó de la zona a
numerosos cuerpos aumentando las colisiones.
Las características actuales del cinturón responden a miles de millones de años
de evolución en los que la migración planetaria fue un papel fundamental.
Ocurre con frecuencia que en los sistemas planetarios sus componentes migren
desde las órbitas en que nacen a otras, y pueden hasta ser posible salir del
sistema por eyección, lo que provoca un reajuste y hasta modificaciones
orbitales. En el Sistema Solar Mercurio con órbita inclinada 7º y Urano con el
eje de rotación horizontal, son consecuencias de situaciones de ajustes de
estabilidad, así como según ciertas teorías la expulsión de un planeta que
estaba situado entre los dos gigantes Júpiter y Saturno y que provocaron a su vez
ajuste de sus órbitas.
Hay asteroides que se mueven dentro de la órbita del cinturón, pero otros
lo hacen fuera y en algunas que son cercanas a la de LT, de forma que su
perihelio (punto de máximo acercamiento al Sol) es inferior a 1,3 UA (UA es la
distancia desde LT al Sol) con orbitas pues que si las dibujamos en un plano se
cruzan con las de LT. Se agrupan en tres familias según sus características, en
las que hay: que su órbita es exterior a la de LT, que son interiores y hasta
la cruzan, que su órbita es exterior en la mayor parte de su recorrido pero
también cruzan la de LT. Al igual que los planetas y los satélites, los asteroides
giran sobre sí mismos.
Los asteroides más estudiados se encuentran cerca de LT y constituyen un
peligro potencial dada la alta probabilidad de impactos que pueden producirse
en la superficie. Existen programas para detectarlos y hoy día se detectan más
de mil al año y siempre calculando sus órbitas. Algunos se llega a catalogar
como potencialmente peligrosos, por ejemplo el 1950DA podría impactar con LT en
2880 pero es aventurado hacer predicciones porque las órbitas pueden variar por
interacciones con otros cuerpos. Hay misiones que los estudian desde sondas espaciales
que permiten captar más información que desde LT.
Aunque la densidad de asteroides en el cinturón es alta, su separación media
se mide en millones de kms y las sondas los han atravesado siempre sin
problemas. El polvo y los meteoroides nunca han generado problemas a las
sondas. El estudio de algunos asteroides ricos en minerales ha dado con composición
de metales interesante como níquel, hierro, oro, platino, cobre y otros metales
preciosos. Se ha estudiado la rentabilidad de algunos y se han clasificado de
acuerdo a su composición.
JP
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1 comentario:
Muy interesante. A propósito del último párrafo del artículo, siempre me ha llamado la atención que las sondas espaciales viajen años y años por el espacio y no tengan problemas con el choque con cuerpos estelares.
En las películas de ciencia ficción siempre hay algún problema con estos choques, pero se ve que son eso, películas...
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