miércoles, 3 de septiembre de 2014

EL PAPEL FUNDAMENTAL DE LA BOTA EN EL SENDERISMO ACTIVO


Sin duda todos estaréis de acuerdo es que la bota en el senderismo es fundamental.
Pero no nos precipitemos hasta saber de que bota se trata.
Yo aquí y ahora me refiero a la bota de Paco de pellejo de cabra que guarda el caldo fermentado de la uva que todos sabemos lo que es desde tiempos de Noé.

Aunque Noé, los Sumerios, los Griegos y los Romanos , los cristianos y los andalusíes ya conocían las virtudes y los vicios de un buen vino; ha sido en nuestros días cuando la evidencia científica ha encontrado las razones que acreditan lo saludable que son las uvas y el vino.

En general el consumo abusivo de alcohol es perjudicial para el cuerpo humano (hígado, cerebro, pulmones, esófago, riñones, etc), sobre todo en cantidades que no se pueden metabolizar rápidamente.
Pero el consumo moderado de vino tinto y cerveza (de acuerdo con las prácticas sociales de la dieta mediterránea) puede tener efectos beneficiosos para la protección cardiovascular de las personas adultas sanas.
En algunos casos los efectos beneficiosos solo se obtienen si además se practica regularmente ejercicio aeróbico
Yo creo que se debe a la  sinergia entre los efectos del ejercicio y los polifenoles del vino que actuan frente aprocesos inflamatorios, agragacion plaquetaria, antioxidante, etc.

Pero vayamos por partes.
La bota de Paco tiene una historia que empezó cuando en la construcción de la Mezquita de Córdoba, el maestro cantero se dio cuenta que en días difíciles en que las cosas no iban como debieran, al caer la tarde un trago de buen vino de Jerez ayudaba a tomarse la vida con filosofía, elevaba la libido, ayudaba a dormir y al día siguiente brotaban soluciones a los problemas sin resolver del día anterior.
Como dijo el poeta hispanohebreo, Dunásh Ibn Labrát, nacido en Bagdad y habitante de Córdoba:
"Me dice: no duermas, bebe vino añejo.
Hay alheñas y lirios, mirra y áloe
en el jardín con granados, palmeras y parras;
plantas agradables y muchos tamariscos,
ruido de acequias y sones de laúdes..
Bebamos entre arrates rodeados de azucenas,
alejemos las penas con varios panegíricos,
comamos dulces manjares, apuremos las jarras;
seamos cual gigantes y vaciemos las tinajas".

El encargado de mantener la bota en buen estado y de rellenarla con vino era un judío sefardí que llevaba las cuentas en la construcción de la Mezquita de Córdoba.

El día en que finalizó la obra enterraron a la bota den una hornacina en la cara este de la Mezquita.
Porque como también dijo el poeta

"Este vino debería quedar bien guardado,
encerrado en escondrijos sellados
para el que beba con alegría los zumos de la uva
y coja la copa con manos expertas;
para el que observe las normas escritas sabiamente
y tema el castigo después de la muerte".

Nuestro sumiller sefardí acabó en Turquía donde una poesía anónima  en el siglo XIX y titulada de acuerdo al primer verso, como los romances:

"Mi vino tan querido / dime de qué viña sos venido.
Tan ermoza es tu color / más y más es tu savor.
Y las copas sean anchas / que las hinchen (llenen) las muchachas;
las muchachas muy ermozas / siempre sean venturosas".

Muchas mas de estas poesías podéis leer en http://sefard.tripod.com/zuniga_vino.htm

Allí estuvo 1.000 años hasta que un día Paco en una visita ala Mezquita Catedral de Córdoba se dio cuenta de que en el ala este había varios azulejos que se habían  movido.

Tocó y al ver que sonaba a hueco el corazón empezó a latirle desbocado.
Hizo un agujero con su navaja que siempre llevaba a mano, como buen senderista que era. Alli en la hornacina apareció la bota en perfecto estado de conservación.
El vino que tenia se había convertido en néctar.

Desde entonces la bota acompaño a Paco y a sus amigos marchosos en todas sus excursiones por la sierra de Madrid, El Maestrazgo, los Pirineos, la sierra de Huelva, hasta Zahara de los Atunes.
En las marchas los que bebían de su vino repetían semana tras semana.
Todavía continua.

Saludos JL



2 comentarios:

Chicho dijo...

Muy curioso.Es verdad que se añora la bota de Paco cuando no viene, y además nos faltan sus comentarios sobre los valores del caldo conseguido y almacenado en ella.Le permitían al cuidador de la bota de la Mezquita irse de vacaciones? Qué suerte tienes Paco de vivir en este siglo !!

Chicho

JP dijo...

Tienes más razón que un Santo. Si tupida esa disquisición es para demostrar que Paco, nos está dejando tirados últimamente, te doy toda la razón.
Desde luego todo aquel que esté en sus cabales (con la excepción de Juan Ángel), desde tiempos sabe de las bonanzas del vino en bota y más que nadie los llamados Marchosos.
JP