Esta vez los
Marchosos no quisieron apostar por la marcha de Patones a Cabeza
Cerugea, ni por el Valle del río Ermito, en su lugar escogieron la
de acercarse a la Chorrera de Gargantilla y Peña Morena. La
excursión había sido ya propuesta por Juan Angel en otra ocasión
cercana, pero entonces, debido al tiempo tan invernal que hacía,
no tuvo tanta suerte. Esta vez no tuvimos tanto “miedo” y nos
reunimos un poquito antes del km 5 de la carretera que sube desde
Lozoya al puerto de Navafría : Paco, Juan Angel, Miguel Angel, Jero,
Miguel, mi hija Ana y el que escribe. No es que fueramos “enanitos”
pero si “mayorcitos”, y nuestra Blancanieves, no tuvo miedo de ir
con nosotros a esta aventura, posiblemente porque el bosque de robles
no aparecía muy tenebroso debido a su falta de hojas.
La excursión tiene
dos variantes, documentadas en wikiloc , una es la que
nosotros elegimos y que se acerca a la cascada desde una cota más
elevada, mientras que la otra, saliendo del depósito de agua de
Lozoya hace un recorrido similar pero desde más bajo (Desde el deposito de agua ), esto se
traduce en que en la nuestra se termina subiendo 150 m en 2 kms al
final, mientras que la del depósito hace el esfuerzo al principio y
así llega en bajada al punto de salida. Si volviera a hacer la
excursión, posiblemente me inclinaría de nuevo por la que hicimos.
Ya explicaré por qué.
La marcha fue muy
agradable, pero un poco dura para algunos de los “enanitos”,
debido a que casi la mitad de los 12 km de la excursión se hicieron
con mucha nieve, lo que aumentaba mucho el esfuerzo. Desde muy cerca de
la salida, ya se oía el sonido del arroyo del Navarejo, que bajaba
con bastante agua del deshielo, pero que se vadeaba sin dificultad
por los puntos del track que seguíamos, y que discurre por un bosque de
robles que en su día debieron ser aprovechados para la obtención de
carbón, ya que en la senda que seguíamos aparecían de vez en
cuando unas plataformas que posiblemente fueron utilizadas para el
carboneo. La senda, sólo visible en el GPS, nos iba acercando a la
chorrera por una zona muy hermosa y con bastante pendiente.
Al final,
apareció, y nos quedamos sorprendidos por su fuerza y su hermosura.
El arroyo de Majalvir, que se descuelga en su camino hacia el de
Navarejo, por una zona granitica, es el que forma la cascada. Un sol
precioso, no mucho calor, y girando la cabeza se divisaba, además, a
lo lejos el embalse de Pinilla.
Fotos y fotos, no era para menos.
Hasta aquí no había aparecido la nieve.
La nieve apareció
al cruzar el arroyo de la cascada. El camino ya es fácil ( sin
nieve, claro) y discurre enseguida por pistas forestales, un poco más
allá de donde aparece en el mapa el cortafuegos. Pasamos por los dos "abetos douglas" señalizados como singulares por la Comunidad de Madrid y que no se encuentran con buena salud, y aprovechamos para hacernos una foto.
La excursión
también hacía la subida al collado de la Cebedilla, desde donde se divisa la
cuerda que pasa por el Nevero. Algunos nos acercamos hasta allí para
poder contemplar aquellos montes lejanos muy nevados.
El resto
siguieron el camino forestal y nos encontramos con ellos a la hora
del almuerzo, ya muy cerca de donde desaparecía la nieve.
Bueno, nada más
pasar el arroyo del Palancar, empezó la subida hacia nuestros
coches. Si no hubiéramos estado fatigados por el sobreesfuerzo de la
nieve, no creo que hubiéramos notado la subida y no hubiera sido
motivo de discusión.
Miguel Angel nos
invitó al final a la celebración de su cumpleaños en un bar de
Lozoya. Es “algo más jovencito que el resto” y le agradecimos
el detalle. No hubo “castellana” para Paco, ya que ahora que es
biabuelo, es más responsable, además de conducir el coche de los
del Sur-Oeste.
Chicho
Salida desde el km 5 de la carretera del puerto de Navafría |
1 comentario:
La excursión, que esta descrita con bastante detalle, era inédita para el grupo y en condiciones normales hubiéramos subido todos al Collado, pero después de andar tanto tiempo por la nieve y ante la perspectiva de que hubiera hielo ó que pudiera producirse una lesión algunos optamos por no hacer esa subida de 700 metros.
No relata el coronista la dificultosa subida que hay después de ver la cascada hasta que la coronas por arriba, sin camino visible y con mucha pendiente, aunque para mi la mayor dificultad fue andar por la nieve a partir de esa subida.
Sería bueno repetir esta marcha, cuando el bosque de robles estuviera en todo su esplendor y yo partiría del depósito, solamente alarga un Km la marcha y te evitas la subida final.
M.A
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