jueves, 10 de octubre de 2019

SUBIDA A EL MONTÓN DE TRIGO DESDE LAS DEHESAS, 9 DE OCTUBRE DE 2019




En el último aparcamiento de Las Dehesas nos reunimos el 9  de octubre de 2019 ocho  marchosos: Jero, Chicho, JL, JP, Paco, MA, JA, y yo,  Miguel, para subir al Montón de Trigo, vieja aspiración mía en la que ya venía desde hace tiempo insistiendo machaconamente.
La ruta transcurrió sin incidencias dignas de destacar, salvo dos: una que Paco se perdió ( o lo perdimos) y otra que finalmente al Montón de Trigo  sólo subimos JA y yo.
El “despiste” con Paco se produjo en la primera parada, en el Collado de la Marichiva, allí nos detuvimos un momento y al reiniciar la marcha unos por otros creímos que Paco iba delante y resultó que se había quedado rezagado buscando setas. Nos tranquilizamos al recibir un mensaje en el que nos decía que iría  a la Fuenfría y allí se encontraría con nosotros para comer.
Por el camino


Como digo, por lo demás, la marcha resultó muy bien, hizo un día estupendo de sol, JA y MA recogieron un montón de “boletus” y caminamos en animada charla y disfrutando de unas vistas espectaculares.
Setas
 Comimos los “panchitos” en los Ojos del río Moros y continuamos hacia el collado de Tirobarra. Allí fue donde nos separamos; unos continuaron hacia Cerro Minguete (donde se encontraron con Paco que había subido él solito)


Collado de Tirobarra

Cerro Minguete
 y JA y yo subimos al Montón de Trigo   


Montón de Trigo

JA y Miguel en  El Montón de Trigo

desde donde bajamos a la Fuenfría para encontrarnos con los demás y allí comer todos juntos.  

Paco "el perdido" contemplando una vaca
Después de esta breve crónica, os resumiré algunas curiosidades de la toponimia  de   Guadarrama y otros datos que me han parecido muy curiosos.

El Montón de Trigo es una de las montañas más altas de la sierra de Guadarrama y pertenece al ramal montañoso de La Mujer Muerta, tiene una altitud de 2161 metros y una prominencia de 177 metros. En su ladera nace el río Moros, que forma los llamados Ojos del río Moros.
Existe una leyenda que cuenta como dos caminantes que cruzaban la sierra desde Segovia, pasaron junto a un campesino que cuidaba un gran montón de trigo de sus cosechas. Uno de los viajeros, enfermo y lleno de llagas, le pidió algo de trigo para comer y poder pagar a un curandero que curase sus heridas. El campesino, despiadado y egoísta se negó. Los caminantes insistieron diciéndole que él tenía mucho, y ellos solamente querían un poco para llenar su bolsa.
El campesino para burlarse de ellos les dijo que eso que creían trigo no era más que un montón de piedras y arena y que eran los rayos del sol incidiendo sobre ellos los que engañaban sus ojos y por eso pensaban que era trigo. 
Comenzaba a levantarse una espesa niebla y los caminantes se apresuraron a seguir la ruta, pero uno de ellos volviéndose hacia el campesino murmuró en voz baja:
-  Si esta montaña está formada por rocas…Que así sea.
De repente la niebla se despejó, los caminantes habían desaparecido y el campesino contempló, horrorizado, como su montón de trigo se había convertido en una montaña de rocas para siempre: El Montón de Trigo.

Collado de Tirobarra. Está situado a 2000 metros de altitud, entre el Montón de Trigo y la Mujer Muerta. El nombre procede del antiguo deporte del tiro con barra.
La actividad consistía en lanzar una barra de 7 kg lo más lejos posible. Probablemente proviene del entrenamiento que hacían los monteros que en la Edad Media se dedicaban a cazar con lanzas los osos que poblaban esas montañas.
 También hay que tener en cuenta la existencia del deporte denominado barra española que se remonta al siglo XII y cuya finalidad era lanzar lo más lejos posible una barra de hierro que usaban los molineros. Hay varias versiones: barra castellana, barra vasca ( del mismo Bilbao) y barra aragonesa.

Miguel


4 comentarios:

Miguel Ängel Lázaro dijo...

Está muy bien eso de poner explicaciones toponímicas ó históricas que ayudan a comprender el porqué de los nombres, de las construcciones y los hechos que se desarrollaron en los parajes por los que vamos.
Yo tengo que admirar la gesta de los que subieron al Montón, la marcha ya era exigente sin esa subida.
Cuando llegué a Cerro Minguete había allí una mujer con la que estuve hablando un rato y me preguntó como se iba al Marichiva. Es de admirar una mujer, que sola y sin GPS venía de Navacerrada, pasando por Collado Ventoso hasta la Fuenfría y de allí había subido al Minguete, después pasando por Peña Bercial iba a La Marichiva y por la senda de los Infantes a coger el tren a Cercedilla. Yo pienso que había sido o era deportista. Estando con ella vi a Paco, que había subido desde Marichiva directamente y ya comenzamos la bajada hacia la Fuenfría. No le dije nada de la mujer, para que no se enrollara con ella.
Por lo demás, todo trascurrió como dice Miguel, un día soleado, con buenas vistas por las montañs más altas de la sierra.

Chicho dijo...

Doble alegría al ver tan bien descrita la marcha y haber disfrutado(sudando) de una marcha preciosa( aunque un poco seca, ya que ni el Moros soltaba agua). Iba un poco justo de fuerzas al llegar al punto de desvío al Montón de Trigo. Ahora me da pena no haber subido, pero es que uno no es capaz de recordar lo justito que iba. Muy bien, aún nos quedan muchas alegrías, es un decir.

JP dijo...

Muy bien eso de ir contando historias de los recorridos marchosos, así ganamos algo que nos viene siempre muy bien. Siempre hay un cuentecito alrededor de los topónimos de los lugares por los que pasamos y nos hace ver lo ingenuos que eran nuestros antepasados, siempre todo ligado a historias que las llegaban a creer (vamos, como ahora si no te espabilas).

Pero el relato de lo acontecido en la excursión es escueto, seguramente el narrador no quiere entrar en terrenos difíciles. Paco se quedó descolgado y perdió el grupo porque se entretiene a veces sin tener en cuenta que hay puntos dónde se abren caminos y hay que elegir uno. Pero no pasa nada cuando los demás son conscientes de que falta alguien porque se suele esperar, pero no echamos de menos su falta en el collado porque éramos ocho y algo mayores. Si estuvimos preguntándonos dónde estaba en el recorrido hasta los Ojos, pero como había busqueda de setas metiéndose en el bosque en paralelo a la marcha pensábamos que andaba por ahí. Hasta que nos llegó un mensaje de whsp en el que ya nos decía que nos había perdido y que muy sesudamente nos esperaría en el puerto de la Fuenfría para comer juntos.

Como es normal desde hace tiempo cuesta que el grupo vaya conjunto a lo largo de los momentos de marcha, hay diferencia de capacidades técnicas y de lo que cada uno espera de un paseo por los montes. Todo normal pero es y sería bueno que corrijamos algunas cosas dentro de lo posible para que parezcamos un grupo. Estos fallos, que provocaron algunos cabreos que estaban justificados, estoy seguro vamos a corregir. Ele!!

Por lo demás, bonita excursión, estupendo relato y crónica de ella, día estupendo en el monte en el que las prisas casi ni se notaron.

JP








boticario dijo...

Relato ameno y con florituras de topónimos y costumbres. En Aragón se practica el tiro barra. Cuando yo era mozo estudiante logré lanzar la barra dos metros. Los mozos del pueblo que eran agricultores la lanzaban hasta 10 m. Esto no me deprimió, seguí estudiando y abandoné la barra.
El pobre Paco repetía sin cesar durante la comida "me habéis dejado tirado como una colilla, no volveré a estas marchas" Le dimos mimos y cariñitos y como me ocurrió a mi seguro que lo supera y vuelve a la próxima marcha. Yo venia vacunado de agujetas de la marcha anterior y no subí al montón de trigo, así que me he librado de las agujetas. Saludos J.L.