lunes, 11 de julio de 2011

La izquierda: unidad o derrota



Que la derecha de este país es un todo monolítico en el que cabe desde la derecha moderada hasta la más ultra, pasando por la cúpula de la Iglesia católica, los empresarios y la gran mayoría de los medios de comunicación, es un hecho. Como lo es que sus votantes son de una fidelidad conmovedora, ajenos a cualquier circunstancia, ya sea de supuesta corrupción o de errores comprobados, que no sea votar a los suyos.
Que el Gobierno socialista ha caído en graves errores asumiendo políticas muy cercanas a la derecha en lo que se refiere a la economía, a la vista está; lo mismo que es evidente que le ha faltado el valor necesario para señalar a los principales responsables de este caos económico.
Que Izquierda Unida lleva camino de convertirse en un partido residual lo dicen los resultados del 22-M, donde apenas han arañado unos votos de los descontentos con el PSOE y han dado el lamentable espectáculo de permitir Gobiernos del PP en algunos Ayuntamientos, así como la incomprensible actuación en Extremadura y el goteo de abandonos de algunos de sus más valiosos componentes como son Rosa Aguilar e Inés Sabanés.

Si, ante todo esto, la izquierda es incapaz de unirse, de replantear por completo su línea política, de plantar cara a la Iglesia, de hacer comprender a los empresarios que hay otras formas de actuar que no sea el recorte continuo de salarios y de derechos, de hacerles notar la obscenidad que suponen esas retribuciones millonarias de los grandes directivos frente a salarios de miseria, de que los familiares de los asesinados por el régimen franquista tengan, al fin, una tumba en que depositar sus restos, de hacer, de una vez, una política de izquierda, razonable pero sin complejos, están abocados, no solo a una nueva derrota aplastante en las próximas elecciones generales, sino a una travesía del desierto de duración interminable. Allá ellos.

Carta de ÁNGEL VILLEGAS  -  Madrid en páginas de opinión de El País

Gentileza de JP

3 comentarios:

JP dijo...

Esta carta que pongo en el Blog la hago mía porque hasta el estilo de contarlo me identifica.

Como es bastante explícita no voy a redundar en las ideas que manifiesta.

Ya se que es verano y descansais de Marchosos pero... un pesado es un pesado.

manolo dijo...

Aprovecho la ocasion que me brinda JP para hacer mio eas reflexiones de JL Cebrian en elPais:
Hace años que deberíamos haber encarado una reforma constitucional que actualizara la gobernación de este país. Una reforma capaz de instaurar un Estado federal moderno, culminando y corrigiendo el proceso de las autonomías. Un programa así exige no solo un liderazgo del que hoy carecemos, sino una voluntad de acuerdo en la política que permita abordar también, de manera urgente y eficaz, la reforma del sistema financiero y la modernización de las relaciones laborales, sin lo que será imposible dinamizar la economía y generar puestos de trabajo. Pero mientras el país confronta la amenaza de ruina, se desvanece la cohesión territorial y aumentan los conflictos sociales. La pérdida de confianza en la gestión del actual presidente del Gobierno es clamorosa dentro y fuera de España. Es imposible suponer que de una legislatura como la que hemos padecido se derive ya ninguna de las soluciones que los ciudadanos reclaman. El deterioro preocupante del partido en el poder amenaza con desequilibrar el futuro inmediato de nuestras instituciones políticas. Y aunque su recién estrenado candidato ha procurado, con éxito inicial, devolverle la esperanza, no es imaginable que acuda a los próximos comicios sin un congreso previo que restaure su maltrecho liderazgo y diseñe un proyecto que le permita recuperar al electorado y elaborar los pactos que el futuro demanda. Para que todo eso suceda, José Luis Rodríguez Zapatero debe de una vez por todas abandonar su patológico optimismo y renunciar al juego de las adivinanzas. Los titubeos, las dudas y los aplazamientos a que nos tiene acostumbrados son la peor de las recetas para una situación que reclama medidas de urgencia. Su deber moral es anunciar cuanto antes un calendario creíble para el proceso electoral. Solo así podrán los españoles soportar la levedad del ser.


Saludos JL
"http://www.elpais.com/articulo/opinion/insoportable/levedad/elpepiopi/20110718elpepiopi_11/Tes"

Anónimo dijo...

Todos hemos leído el artículo de Cebrian el 18 de julio, creo que nos hubiera gustado leer, en tan señalado día, algo diferente, pero supongo que también a su periódico le está llegando la crisis y espera que algo/alguien nuevo se la resuelva. A mí me parece lógico: hay que ir tomando posiciones. Yo no creo en la derecha española, es más, sus valores y formas me parecen deshonestas. Sus alianzas con lo más retrógrado de la sociedad(la Iglesia) nos ancla en el pasado, nos impide ser modernos y actualizar nuestra forma de ver el mundo. Yo no votaré a Rajoy en las próximas elecciones, porque no creo que tenga ninguna fórmula que permita modernizar el país, ni crear empleo. Hoy, más de la mitad de España estaba/está en manos de la derecha (Ayuntamientos,CCAA) y el desempleo, esos 5 millones, supongo que tienen ellos parte de la culpa, aunque griten Zapatero y se la adjudiquen a él. No hay forma de saber que varita tiene la derecha para salir de esta situación. Sólo sabemos que quieren el poder, lo cual es lógico y no me creo que le importe la gente,ni su desempleo, siempre dirán que no han podido hacer nada porque Zapatero se fue muy tarde y dejó una España imposible.Lo veremos (desgraciadamente). Ah, se me olvidaba, la derecha no sube impuestos, sólo los obtiene de forma disimulada : Actualización Catastro de los inmuebles de Madrid. En mi caso sólo un 52% de incremento, en un momento en que los inmuebles cada vez valen menos. Debo gritar "Aguirre,Gallardón al paredón!!!"? No tienen dinero y lo obtienen así, pero la derecha no sube impuestos, sólo ZP.

Chicho

21 de julio de 2011