viernes, 20 de junio de 2014

Senda de San Gregorio, excursión fin de curso (18/06/2014)

En principio, somos siete los lanzados a esta aventura, pero no sabemos nada de Fernando, así es que lo llamamos por teléfono y lo tiene fuera de cobertura; tampoco ha contestado a ninguno de nuestros e-mail. Nos parece raro, pero no podemos conectarnos con él de ninguna otra manera, salvo yendo a su casa.
Iniciamos la ruta Jero, José Luis, Miguel Ángel, Chicho, Pablo, Juan Ángel y yo (Paco), partiendo de una casa en ruinas llamada de San Gregorio y bajamos rápido hacia el puente de madera que cruza el arroyo de la Yedra; ya en el otro lado, subimos fuertemente por el curso de un arroyo seco y, aunque nos cuesta bastante llegar a lo alto, haciéndolo despacito y con buena letra siempre se llega.
El camino es espléndido, aunque el día es caluroso y así arribamos a una explanada desde donde se divisa la sierra inmediata y la presa de Linar del Rey. Después de ver algunos castaños en flor, arces, encinas y muchos pinos, llegamos al Pilón del Cura y muy cerquita nos instalamos debajo de unos árboles a tomar los panchitos y a beber un traguejo de vino. Trabamos conversación y salió el tema de monarquía o república, pero, a pesar del temita, ni siquiera se levantó la voz, sino que cada cual manifestó su querencia sin acritud.
Desde aquí iniciamos nuevamente el camino para encontrarnos pronto con el refugio de las Colmenas y después, el área recreativa de El Regajo, al que llegamos acortando la pista por unos espléndidos helechos verdes.
A continuación bajamos a los coches por la pista, para variar de camino, y nos encontramos con algunos cerezos a los que les recogimos parte del fruto (muy bueno, por cierto). Juan Ángel cogió una trocha y se plantó en los coches el primero, pero su intención no era llegar antes, sino recoger cerezas de los árboles cercanos a los coches.
Cuando llegó el grueso de la tropa, ya tenía su sombrero lleno.
Después, y para celebrar el fin de curso, nos fuimos a almorzar al restaurante La Finca, en la localidad de El Tiemblo, que resultó muy apetitosa. Bien es verdad que quisimos ir a casa Mariano, pero estaba cerrada hasta primeros de julio. Pero en La Finca pudimos disfrutar de la atención de una guapa camarera rubia y de un chuletón de Ávila que probó todo aquél que quiso, y de unos platos sabrosos. Lo que nos sorprendió es que todas las mesas se llenaron, ¡en un miércoles! Menos mal que habíamos reservado previamente.
¡Buenas vacaciones para todos y os espero en septiembre!
Paco.
 
 





3 comentarios:

JP dijo...

Pues muy bien, ¡este grupo no desfallece nunca!Caminata, debate, contemplación de la naturaleza, ejercicio físico y comilona: son la bases programáticas del grupo.
Y después si se puede, la "contemplación" (pues no da para más)de lo que es evidente y que se echa a veces de menos, las chicas. Ay! señor, señor!

JP

Miguel dijo...

Me alegro de que la marcha resultase tan buena y apetitosa con el remate de la comilona. Siento no haber podio estar con vosotros. Si no hay algún encuentro antes hasta septiembre y que paséis un buen verano muy marchoso

Miguel

P.D. Muy bueno el vídeo, Pablo

Miguel Angel dijo...

Aunque el Tiemblo está un poco más lejos que las marchas habituales, estuvo bien elegido
el sitio para hacer la gastronómica. El camino fue muy interesante con los castaños en flor y sobre todo con las cerezas dispuestas para quien las quisiera coger. Solamente apuntar que las vuelta debió hacerse por el mismo camino, pues las pistas son un poco monótonas.
La comida estuvo bien, sobre todo después de lo que contasteis de Manzanares y es cierto que Paco fue muy generoso repartiendo el chuletón.
Nos veremos en septiembre con las pilas cargadas.
Saludos
M.A