Asistentes:
Fernando, Chicho, Miguel, Paco, Juan Angel, JL, Miguel Angel y yo
Dejamos
los coches en el punto de partida, cerca del cementerio de
Alpedrete de la Sierra. El tiempo era cálido para la época del año
en que nos encontramos. Una vez preparado el equipo, tomamos el
Gr-10, que baja hasta encontrar una pista, que una vez cruzado el
arroyo Reduvia, sigue por la pista que asciende continuamente
hasta llegar al collado de la Venta.
Después del
descanso, tomamos por una pista que baja al Lozoya por el barranco
del Robledillo. Poco antes de llegar al río, frente a una portezuela
de piedra, justo cuando volvemos a encontrar el GR-10,
tomamos un
camino a la izquierda que llega hasta un muy inclinado cortafuegos por el cual no tuvimos más remedio que subir.
Después de
descansar retomamos en camino de vuelta que era de bajada hasta
llegar al pueblo, que en vez de tomar el GR-10, que es muy empinado,
seguimos por la pista que es mas suave, aunque mas largo el
recorrido.
Jerónimo Limón
2 comentarios:
La ultima hazaña de año 2015, bien relatada por Jero aunque se le notan las ganas de abreviar y acabar. Con lo que le gusta enrollarse con el verbo.
Esta excursión la recuerdo muy bien porque tiene un encuentro con el arroyo de Robledillo en uno de los descensos. A veces nos hemos atrevido a bajar a él y traspasarlo con lo que descubrimos la otra ladera con un bosque mágico. Recuerdo una vez en la que crucé solo y perdí a los demás para el resto del día. Y otra en la que lo hice con Chicho y Paco creo pero en este caso si alcanzamos a los demás en la comida. Una vez se encuentra el arroyo con el rio Lozoya hay que superar una buena cuesta de 200ms de desnivel y al final como premio tienes la vista del meandro del río que es mágica.
Espero que la disfrutarais!!
JP
Estuve a punto de seguir el camino que describes, que a mí me había dejado un recuerdo muy agradable, no sólo por el camino que baja y atraviesa el arroyo de una forma muy hermosa, sino que además, un poquito antes de llegar al forestal que hay en la parte superior, encontramos una zona con bastantes níscalos, y por supuesto la vista tan sorprendente que se abarca al llegar al GR88 y ver la presa y las montañas circundantes desde esa altura. Iba a ir con Juan Ángel, pero al final, por un par de razones, desistí.
Chicho
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