viernes, 16 de noviembre de 2018

Subida al cerro Perdiguera desde el Pto de Morcuera 14.11.2018



   El grupo está en esa fase en que si alguien que no viene regularmente, decide venir , se le da todo tipo de facilidades. Nos gusta volver a verlos. Eso volvió a suceder con Paco. Además traía la bota, así que una vez "inclinada"  la excursión, nos dirigimos los del "norte"(JL, Jero y el que escribe) en mi coche  y los del "sur"(JA, Miguel) en otro, al Puerto de la Morcuera. para esperar a Paco y a Juanma que venían en el de Paco. Esperamos, esperamos...al final una llamada de Paco nos informó que ellos estaban en el Puerto de Canencia. Qué bien! . En estas edades de pocas anécdotas uno ya podía meter otra en el coco. Y ahora qué hacíamos?.  Les dijimos que nos veríamos para comer en la Perdiguera. 

  Empezamos la excursión bajando desde la fuente de Cossio, en donde dejamos los coches, a coger por el GR10.1 la entrada a la dehesa que se divisa a la derecha de la M-611, en lo que se denomina Raso de los Toros. Muy buen nombre, ya que por allí se puede ver pastando a animales negros que nuestro miedo siempre nos hace nombrarlos como toros.

  Esta excursión, muy bien descrita por JP ( Excursión de mayo 2015 ) ya la habíamos hecho en el 2015, pero esta vez decidimos dejar un poco más lejos el GR10.1, en el punto al que llega el Arroyo de Hoyuelas y seguir con él por su margen izquierda, bordeando el pinar en el que de cuando en cuando se nos metía JA ( ah, los genes!) para buscar esas setillas que no querían aparecer. El arroyo bajaba abundante, había bastante humedad y sol, donde coño estaban las setas?. Nos paramos a tomar los panchitos en ese pinar y allí descubrimos un "boletus pinícola" que hubiera estado apetecible la semana pasada, pero que esta vez, a pesar de su aspecto, estaba "fofo". Qué pena!


  El arroyo y su entorno es muy agradable,


y cuando llegamos a Los Marraces y torcimos 90º a nuestra derecha para coger el cortafuegos que sube por los Altos de la Morcuera, nos encontramos con una sorpresa : bastantes puestos de cazador de aves migratorias. A algunos los había derribado el viento, pero los que quedaban en pie, permitían adivinar cómo se debían ocultar esos pacientes cazadores. No se aburren? Habrá bocata, vino, charla etc., supongo.



  Por fin llegamos a la Perdiguera. El día, con mucha niebla, no permitía disfrutar de las hermosas vistas que desde allí se pueden ver : el embalse de Miraflores, los robledales que lo rodean, la Najarra... Nos hicimos la foto de rigor en el geodésico, dejando que se viera la pintada asesina "Cables de acero para degollar moteros".  Un poco fuerte, no!. No sé si está regulado el uso de las motos en la montaña, pero no resultan agradables de ver cuando anda uno haciendo senderísmo, además sus ruedas atacan fuertemente al terreno. Pero la inscripción me parece una burrada.


  En el 2015 anduve buscando un geocach que encontré y que hoy mi vanidad me hace mostrar ( qué día mas claro!. Mayo)



  Nos fuimos de la Perdiguera y alguno llamó "Paco, Paco!!", pero nadie contestó. Los móviles no ayudan, o tú no tienes cobertura o es al que llamas que no la tiene. Nos volvimos a acordar de su bota.


  La niebla jugaba a aparecer y desaparecer, dejándonos ver el sol por un momento, pero no nos engañaba, estaba allí para acompañarnos toda la excursión. En le camino de vuelta descubrimos unas rocas que en forma de "raja" nos permitieron cobijarnos para comer.


Enfrente de nosotros se divisaba una laguna, en que alguno incluso vio pájaros blancos. No hay que reírse, porque la edad y la niebla producen estos efectos ópticos. "Que sí, que los ví..." seguía diciendo. La laguna es una sorpresa más de esta excursión.



   El camino de vuelta hacia los coches coincidió parcialmente con la del 2015 y resulta muy fácil y si no hubiera habido niebla mucho más agradable.



  La próxima excursión la propone Jero y esta vez con vino, aunque venga Paco!

Chicho




3 comentarios:

Francisco Expósito García dijo...

Cosas de la edad. No sé por qué me empeciné en que la salida la teníamos que hacer desde el puerto de Canencia y no de La Morcuera como habíamos quedado y como yo mismo le expliqué a Juanma, que venía conmigo en el coche. Recibí las llamadas de Chicho y de Jero, pero con cobertura escasa, y acordamos vernos en el cerro Perdiguera. Hoy, que habíamos llegado con media hora de adelanto, y no como siempre, con retraso, no pudimos hacer valer nuestra prontitud. Bueno, pues como yo conocía bastante bien el camino, pues lo hemos hecho hasta de noche, nos lanzamos cuesta arriba hacia el puente situado en lo alto de la cascada de Mojonovalle el en arroyo del Sextil del Maíllo, y desde allí subimos por el propio arroyo cruzándolo en varias ocasiones con la ilusión de encontrar algún boleto. Lo que encontramos fue varios grupos de seteros con cestas vacías. Arribamos a la explanada donde nace el arroyo, bastante encharcada, y enfilamos hacia el cortafuegos que aparece a nuestra izquierda y que nos conducirá al Perdiguera. Nos apareció una niebla espesa pues no se veía a más de veinte metros, pero nosotros con la ilusión de que despejaría subimos hasta arriba del todo del cortafuegos. No se veía ni tres en un burro, pero incluso así giramos a la izquierda que es la orientación del cerro. Al andar unos cien metros y no divisar ni antenas ni cerros cercanos pues no se distinguía nada a lo lejos, y viendo que no había camino y que nos encontramos ya casi desorientados en medio de un bosque, decidimos volver al cortafuegos y después coger el camino que aparece de frente (por el que no subimos) y así hacer circular la ruta. Nada más comenzar el camino coincidimos con otro grupo de seteros con las cestas vacías. Almorzamos bebiendo de la bota un vino de crianza de Utiel-Requena que estaba buenísimo. Después de comer y de darle unos pocos tientos a la bota, emprendimos el regreso que fue coser y cantar hasta el puerto de Canencia. Esta fue nuestra excursión. Lamento lo ocurrido. Saluditos, chicos.

Manuel Navarro Seva dijo...

A pesar de la niebla y el boletus fofo, seguro que lo pasasteis bien. Qué envidia,
Saludos,
Manolo

Pablo dijo...

Me acuerdo de esta excursion,la hice junto a los marchosos cuando era mas joven y estaba todabia en edad de merecer.
Tambien me acuerdo que hacia un dia humedo, creo recordar que incluso llovia algo. Que tiempos aquellos!!
Es una excursion que siempre se me viene a la memoria cuando hace dias de lluvia y es miercoles.

Pablo