Celebración jubilación de José Luís - 15 septiembre 2010

José Luís nos había invitado a comer en el restaurante El Gamo de El Pardo para celebrar su jubilación, y como es habitual, nos vimos a las 11h para comenzar nuestro paseo matutino. Está vez casi estábamos todos : Jesús Sanchez, Manolo, Paco, Fernando, Jesús Porro, Jerónimo, Jesús García, el homenajeado y yo. Sólo faltaba Pablo que no asistió por bronquitis.

El paseo prometía ser muy sencillo, aunque como veremos a continuación , complicadillo desde el punto de vista dialéctico. El homenajeado había abierto hace unos días "la caja de los truenos” al enviarnos un correo en que postulaba por la incorporación de más gente al grupo. Esto que dicho así parece inocuo, levantó un pequeño oleaje en nuestra tranquila comunidad. Ya habíamos decidido, en otra ocasión, que el grupo permaneciera “cerrado”. No quedaba claro?.

El día era muy caluroso y nos refugiamos a la sombra de una gran encina a tomar los frutos secos y a beber de la bota de Paco. Se habló, se bebió, estuvimos a punto de no saber qué votabamos al descubrir a una señora o señorita a lo lejos en bikini(una aparición que parecía salida de uno de los relatos de Manolo), pero al fin se votó y se decidió abrir el grupo : “con condiciones”, claro.

“La encina del Pardo”, como anteriormente el “contubernio de Manzanares del Real”, en que se redactó la Carta Magna de nuestra convivencia actual, son esos sucesos que también le ocurren a los continentes, en que las placas se desplazan y chocan entre ellas, aunque al final consiguen quedarse tranquilas por unos cuantos años más.

Volvamos al restaurante. Nos sentamos con buen ánimo y comimos y charlamos como buenos y alegres comensales. A los postres, se le regaló un libro ( “Catedrales” :que firmamos y dedicamos con nuestra mejor parida) y un disco de Haendel( “Oda para el cumpleaños de la reina Ana”), por eso de la afición del homenajeado a cantar en iglesias.

Casi cuando nos ibamos, Manolo nos cogió a todos un poco alegres y todos le dijimos que sí, que sí, que estaba muy bien su idea de crear un “blog”. Al llegar a casa ya me había asignado tarea : hacer un resumen del día. Como vemos, incluso bebidos, hay que pensar en lo que se promete.

Chicho