Ya era la ultima marcha antes de las vacaciones de Navidad que Jaime iba a hacer con su amigo Jesús y otros colegas.
Con agradable sorpresa vio que se había apuntado una nueva chica a la excursión de ese día.
Jaime no solía ligar mucho y tampoco ponía muchas energías en conseguirlo, pero ésta vez al mirar de cerca a la chica notó algo por dentro, el corazón palpitaba con mas fuerza.
En la primera subida fuerte la fatiga desaparecía como la niebla en aquella mañana de otoño y aunque llevaba una mochila pesada apenas la notaba.
Se acercó a la chica en cuanto empezaron a andar y al saber que era nueva en la actividad de senderismo, le explico con palabras atropelladas todo lo que hay que saber para hacer excursiones.
No pararon de hablar durante toda la mañana, bueno Jaime hablaba y la chica escuchaba.
Mientras se comían el bocadillo obtuvo el teléfono y la dirección de la chica.
Estaba decidido a salir de marchas con María, que así se llamaba la chica, e incluso se propuso “introducirla en la orden de los senderistas”.
Al llegar a casa le compuso la primera poesía:
Amarás a la naturaleza sobre todas las cosas
A tus amigos regalarás mapas y brújulas
A tu enamorada le regalarás GPS en vez de joyas y bisutería
Asistirás a las marchas los domingos y días de fiesta.
Siempre irás acompañado a las marchas.
Informarás a la familia a donde piensas ir.
Siempre llevarás agua y también bota con vino
Botas de montaña calzarás
Bien abrochadas las llevarás
La basura del monte recogerás
Se la envió por correo y María le llamó para darle las gracias.
Como se acercaba Navidad, pensó en darle a María una sorpresa y alquiló habitaciones en el parador de Gredos, para poder ir ambos el fin de semana a hacer una bonita excursión.
La llamó para comunicárselo y sorprendentemente nadie cogía el teléfono.
La llamadas telefónicas se repitieron durante toda la semana con igual mala suerte, hasta que cuando ya desesperaba, cogieron el teléfono; pero no era María, era su compañera de habitación quien le dijo que María se había ido con Jesús a un crucero por el Mediterráneo.
6 comentarios:
Hola marchoso,
Un relato muy poco de la Navidad, aunque la palabra está contenida en el texto.
La cuestión es que Jaime quiere follar con María, además de salir con ella de excursión. Se atreve a reservar habitaciones, en plural, para ir con ella al parador de Gredos, a ver si entre marcha y marcha la chica cede a sus deseos lividinosos, pero la sorpresa nos espera al final del cuento. María prefiere a Jesús. Que no tiene por qué ser ninguno de nuestros marchosos porque al parecer la chica comparte habitación con una compañera (¿de estudios quizás?), o sea que es una joven, de lo que se infiere que Jaime y Jesús no son carrozas marchosos como nosotros.
Para mi gusto, al cuento le sobra la poesía, pero si seguimos pensando en la hipótesis de que Jaime es un joven que se acaba de encoñar de María, puede tener un sentido.
Lo que no tiene sentido es escribir avía sin hache y con v, así que corrige eso, por favor. Hay alguna otra faltita, pero no me parecen tan evidentes como este horror.
Un abrazo,
Manolo.
En este cuento los jesuses salimos mejor. Seguro que pensaba en mí el relator.
En cualquier caso, me parece un estupendo cuento para apoyar mi teoría de que resulta problemático hacer apertura a mujeres en el grupo: genera envidias, enfrentamientos y hace quedar en ridículo a algunos ingenuos que sufren subidones de falsa autoestima.
Hay que ver como conecta la mente y sentimientos del senderista con los pensamientos de la chica. No creo que tengamos que prohibir que se incorporen mujeres, esta claro que ninguna querria venir con nosotros. Saludos JL
El relato lo veo muy poetico pero muy poco convincente. Creo que actualmente los metodos de ligar son mucho mas expeditivos. 5
Gladiator
Entre un crucero por el Mediterráneo y el parador de Gredos no hay color.
La idea no está mal, pero es como si el relato estuviera escrito con prisas.
Voto: 5.
Los tres Magos
mi puntuacion es 5
Dios
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