miércoles, 8 de diciembre de 2010

Relato corto de Navidad.Relato Nº3 La buena acción

Había llegado a ser importante en la vida social y política, incluso tenía criada y secretario. 
Había hecho de todo y le había salido bien, el éxito le acompañaba a todas partes. Bueno en realidad, no había hecho todo exactamente, le faltaba poner en su mesa media docena de pobre para el día de Navidad. 

Se lo propuso a su secretario, pidiéndole que fuera un secreto y que no se enterara su mujer, para darle la  sorpresa el día de Navidad. 

El secretario eligió a media docena de gente sin cobijo (de entre los que la crisis ha echado a la calle) y les dio instrucciones precisas para que se presentaran el día de Navidad para la invitación gastronómica. Debían entrar por la puerta de servicio y esperar en una sala especial hasta que los llamaran, para el banquete. Les aconsejó que vinieran en ayunas para que no sobrara comida, pues la señora de la casa cuidaba ese aspecto especialmente, la comida que sobraba se tiraba y nuca se compraba mas comida que la que se iba a consumir ese día.
Llegó el día de Navidad y el señor tenía mas hambre y prisas que ningún otro día, así que fue personalmente, antes de que llegara el secretario, a la sala de espera a recibir a los invitados y para su sorpresa los encontró debidamente vestidos. Hay que ver, se dijo, que detalle ha tenido mi secretario para que mi mujer se sienta cómoda. En los vinos se animó la conversación. Los invitados eran curiosos y le hicieron muchas preguntas, a las que contestó gustoso como buen anfitrión. Incluso contó algún secretillo reservado.
A las tres en punto interrumpió el secretario preguntando si ya podían pasar los pobres a comer.
El señor no salía de su asombro. ¿Cómo, mas pobres invitados?
La señora le contestó: "No cariño estos con los que hemos comido son los acreedores de la deuda, que habían solicitado la reunión contigo antes de comer".
Firmado: Friki  

4 comentarios:

JP dijo...

Es la esperanza que les queda a los pobres, que lo ricos no sean tales o que se arruinen. Seguramente debía más a los del segundo grupo que a los del primero. Pues las descompensaciones a veces miradasv con la perspectiva de hoy dís en la que hemos tenido que salvar a los ricos para que nos puedan seguir dando trabajo.

manolo dijo...

Seguro que el señor estuvo dicharachero y contó secretillos de los que se arrepintió una vez descubierto el pastel.
Buen relato.
Manolo.

Anónimo dijo...

No entiendo bien el final del relato. 6

Gladiator

Anónimo dijo...

Un malentendido bien contado. El tema me recuerda a las pelis de Berlanga. El ambiente: secretario, criada, entrada de servicio, está bien logrado.
Voto: 7.
Los tres Magos.